martes, 28 de mayo de 2013

Rechazamos atentados y amenazas a periodistas y dirigentes sindicales

Rechazamos atentados y amenazas a periodistas y dirigentes sindicales

       
DERECHOS DEMOCRÁTICOS
 
El Partido Socialista de los Trabajadores une su voz al enérgico rechazo al atentado contra la vida del periodista Ricardo Alarcón de la revista Semana, el pasado primero de mayo y a las recientes amenazas a periodistas en Valledupar. Las últimas semanas varios dirigentes sindicales del partido han sido víctimas de atentado y amenazas en la ciudad de Cartagena.
Nuestra condena a estos hechos, al igual que la expresada por muchos ciudadanos colombianos y extranjeros, responde a la necesidad que tenemos todos los defensores de los derechos elementales de juntar nuestros esfuerzos para oponernos a quienes se consideran con potestad para negarlos de manera violenta, desde una posición de fuerza que ellos mismos se arrogaron.
El atentado contra la vida del periodista Alarcón es, al tiempo, una violación al derecho básico a la libertad de expresión, que protege a los comunicadores, y al derecho a la información veraz, que es patrimonio de todos los miembros de la sociedad. Nuestro rechazo a este condenable hecho es, por tanto, la defensa incondicional de todos los derechos democráticos, que en Colombia son desconocidos y atacados atentando contra el más elemental de ellos: el derecho a la vida.       
Al igual que se pretenden acallar las investigaciones y las denuncias de los periodistas con amenazas y atentados homicidas, se pretende, con idéntico accionar, silenciar a los dirigentes sindicales que defienden el también elemental derecho de organización y reclamación laboral. Construir un sindicato y presentar un pliego de peticiones, derechos universalmente reconocidos a los trabajadores por más de cien años, se consideran -en la Colombia de las bandas armadas y los poderosos detrás de ellas-, atentados graves contra  el “…desarrollo empresarial…” perpetrados por “…sindicalistas chupasangre…”.
Al igual que investigar un delito y publicarlo en un medio de comunicación, reivindicar el derecho a asociarse y a negociar el precio por el cual los trabajadores entregan a los empresarios su fuerza laboral es considerado, por los promotores de las bandas de asesinos a sueldo, motivo suficiente para amenazar y atentar contra la vida de los defensores de tan elementales conquistas de las sociedades contemporáneas.
Nuestro enérgico repudio al atentado contra don Ricardo Alarcón y las recientes amenazas a otros periodistas más es independiente de las motivaciones y de la identidad de sus ejecutores. Es el rechazo a quienes financian y ordenan asesinar a los que, inermes, reclaman el derecho a conocer la verdad de los hechos o a reclamar un mejor salario por su trabajo.
Anexo a esta declaración enviamos los testimonios y denuncias que prueban las amenazas y atentados contra la vida de los dirigentes sindicales socialistas, que no han hecho otra cosa más allá de defender legítimos derechos de los trabajadores igual que muchos otros dirigentes sindicales amenazados o asesinados. Al lado de la comprensible condena que se ha hecho del atentado contra la vida del periodista Ricardo Alarcón y las amenazas a los periodistas de Valledupar, los medios de comunicación con vocación democrática deberían adoptar una postura de más amplia difusión de las amenazas a los dirigentes sindicales caso que solo difiere del suyo en las personas y los derechos que defendemos pero que tienen en común la legitimidad de ser derechos fundamentales atacados por agentes clandestinos de intereses mezquinos.             
Hemos propuesto la realización de un Encuentro de dirigentes sindicales amenazados de muerte, como mecanismo para definir acciones y medidas de protección colectivas contra los que desde la impunidad intentan, sin ninguna posibilidad de éxito, que abandonemos nuestra lucha en defensa de los intereses de los trabajadores y los pobres. A participar y ayudar a la difusión de iniciativas democráticas de estas características invitamos a los periodistas amenazados.
La crónica violencia política en Colombia no se terminará únicamente dialogando con las organizaciones guerrilleras y acordando con ellas prebendas económicas y mecanismos para su participación política. Las formas más aberrantes de esa violencia solo empezarán a desaparecer de la vida política cuando las mayorías, que actuamos abierta y francamente, seamos capaces de unirnos en la campaña común de la defensa de los derechos fundamentales, contra las pretensiones de unas minorías que, embozados y apelando al atentado aleve y ventajoso, pretenden, infructuosamente, defender sus privilegios mal habidos. 

Fuente: http://www.pstcolombia.org/article/rechazamos-atentados-y-amenazas-periodistas-y-dirigentes-sindicales

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