viernes, 13 de abril de 2012

EL OTOÑO DE CRISTINA


Decenas de miles nos movilizamos el 24 a Plaza de Mayo. Como viene sucediendo en los últimos años, este 24 de marzo también hubo convocatorias divididas. Lo nuevo esta vez fue la masividad creciente de quienes nos movilizamos en la convocatoria opuesta a la del gobierno y sus sectores afines.
Lo que está empezando a suceder es que cada paso de Cristina desde que asumió su segundo mandato va dejando al descubierto a qué se refería cuando hablaba de “profundizar el modelo”. Cada vez más compañeros empiezan a pasar de la sorpresa a la duda y la desconfianza y de allí al enojo y la bronca. Es que al igual que las hojas de los árboles en otoño, con cada medida del gobierno se van cayendo su doble discurso y sus caretas dejando cada vez más claras sus verdaderas intenciones y para qué se propone usar todo el poder que obtuvo en octubre.

Poniendo techo al salario

“Techo salarial por debajo de la inflación” es la consigna con la que el gobierno instruye a sus negociadores. Es decir que los trabajadores continuemos viendo caer nuestro poder adquisitivo. Mientras tanto los aumentos de precios en los productos de consumo cotidiano se hacen notar y cada mes el changuito del súper viene más vacío.
Los burócratas sindicales actúan como grandes auxiliares del gobierno peleándose por quien hace mejor los deberes que les encarga Cristina y actuando junto a los patrones para meter miedo con las amenazas de despidos y suspensiones. Así, a pesar de la fuerza que tenían los paros y ante la bronca y el repudio de los docentes en las escuelas, Yasky y Baradel se apuraron a cerrar acuerdos salariales que son una verdadera miseria, casi una burla para el ya castigado bolsillo de los trabajadores de la educación. Mientras tanto, otros como Caló (el candidato de Cristina para liderar la CGT) en la UOM, inician las negociaciones paritarias de una forma novedosa: no pidiendo nada. Por su parte Moyano continúa con su duelo de palabras con reclamos al gobierno pero cuidándose muy bien de no hacer ninguna medida de acción. Pero la bronca por abajo empieza a acumularse y en los lugares de trabajo se discute cómo prepararse para defender lo que nos corresponde.

Sin techo para el saqueo

La defensa del gobierno a su política de subsidios millonarios a las empresas privatizadas no fue una casualidad. A casi un mes de la masacre de TBA en Once aún no hay un solo responsable, mientras se siguen dilapidando millones de pesos de todos los argentinos para continuar los subsidios.
A 30 años de la guerra de Malvinas y ante las bravuconadas de los ingleses, la presidenta amagó con endurecer su política en reclamo de nuestra soberanía, pero rápidamente moderó su discurso y volvió a la política de limitarse al reclamo sin perspectivas en los organismos internacionales. No podía ser de otra manera, no es posible luchar por nuestra soberanía sobre las islas sin enfrentar de conjunto el brutal saqueo de todas nuestras riquezas en el resto del territorio.
Lo cierto es que mientras tanto las empresas multinacionales, muchas con capitales ingleses y yanquis, son las que hacen fabulosos negocios con las mineras contaminantes liquidando nuestros recursos naturales, son las que se llevan nuestro petróleo o se quedan con extensos territorios para robarse hasta el agua. El gobierno ha salido a enfrentarse con Repsol, quitándole algunas áreas de la producción, pero ya se ha ocupado de aclarar para que no queden dudas que si no es Repsol será otra empresa la que tenga las concesiones, lejos de cualquier intención de recuperar nuestro petróleo.
El saqueo imperialista a nuestro país continúa también con su herramienta fundamental de los últimos 30 años: cientos de miles de millones hemos pagado de deuda externa. Los gobiernos kirchneristas ostentan un triste récord en este aspecto, el de ser los que más han pagado. Y la deuda sin fin continúa al servicio del saqueo. ¿Se acuerda compañero cuando los Kirchner nos dijeron que ya no teníamos más deuda?¿Que al fin no dependíamos más ni del FMI ni de nadie? Ahora Cristina se prepara para pagar 15000 millones solo este año poniendo hasta las mismas reservas del Banco Central como garantía de pago.
Ni con el petróleo, ni con Malvinas, ni con nuestros recursos y mucho menos con la deuda externa hay techo para el saqueo.

Todas las luchas, una misma lucha

Los trabajadores y sectores populares tenemos que organizarnos para luchar en defensa de nuestros intereses, por nuestro salario y condiciones de trabajo y para terminar con este saqueo.
Las decenas de miles que marchamos el 24 a Plaza de Mayo, los miles de activistas y luchadores sociales que nos movilizamos en todo el país, tenemos que organizarnos desde nuestros lugares de trabajo, desde nuestros barrios o lugares de estudio para levantar una política alternativa a la de Cristina.
Tenemos que organizarnos para pelear por un salario y condiciones de trabajo dignas, proponiendo que no haya ningún techo salarial y que ni un solo trabajador cobre menos de lo que vale la canasta familiar. Por aumentos de salarios por encima de la inflación, sin cuotas y con cláusula gatillo de reajuste de acuerdo a la inflación real. Para que no haya ningún despido ni suspensión, que estén prohibidos por ley; y que se expropie a la patronal que no cumpla.
La primer tarea que tenemos por delante para avanzar en este camino es impulsar la pelea en las paritarias que están en curso, realizando asambleas en los lugares de trabajo para discutir y decidir cada paso. Al mismo tiempo rodear de solidaridad y apoyo a cada uno de los sectores que salen a la lucha buscando la coordinación.
Tenemos que organizarnos para pelear por recuperar lo nuestro, por la reestatización sin indemnización de las empresas privatizadas y que sean puestas bajo el control y gestión de los trabajadores. Por la recuperación de nuestros recursos naturales y nuestra soberanía en Malvinas y todo nuestro territorio.
Para avanzar en la pelea contra el saqueo tenemos que organizar, desde los distintos sectores que reivindican esta lucha una gran unidad de acción que supere el falso discurso del gobierno y que impulse la renacionalización de YPF y los recursos petroleros.
Mientras tanto, no dejamos de exigir a Moyano que pase del dicho al hecho y junto a la CTA Micheli y demás sectores convoquen a medidas efectivas para lograr los reclamos de los trabajadores. El gobierno ya ha demostrado que está dispuesto a jugar duro, por eso no alcanza con las palabras.
Así como lo hicimos el 24 de marzo, el próximo 1º de mayo tenemos por delante una gran oportunidad de volver a movilizarnos por miles, en forma unitaria, para mostrarle al gobierno de Cristina que cada vez somos más los que no creemos en su doble discurso, que cada vez somos más los que estamos dispuestos a enfrentar su política de ajuste, saqueo y represión a los que luchan. Desde el PSTU nos ponemos a disposición de esta pelea con todos los medios a nuestro alcance y te invitamos a organizarnos para darla juntos.

Elecciones en Verona tiene candidato inmigrante africano, obrero y comunista


Escrito por PdAC   
Miércoles 11 de Abril de 2012
En la ciudad donde surgió el partido de la derecha, Liga Norte, surge un candidato a prefecto con la hoz y el martillo.

Como noticiado en toda la prensa nacional y local (Corriere della Sera: “Ibrahima desafía a Tosi. Un negro como prefecto”; Repubblica: “Verona, el desafío de Ibrahima a Tosi. Es el primer inmigrante candidato a prefecto”; Corriere del Veneto: “Yo, con los más débiles: Barry, el inmigrante, lanza desafío a Tosi”; L’Arena; “Alternativa Comunista lanza a un candidato inmigrante”), el PdAC presenta, por primera vez en nuestro país, una lista propia en Verona para las elecciones municipales de mayo con un obrero inmigrante de origen africano y comunista candidato a prefecto. Y eso, en Verona, ciudad administrada por Tosi, el prefecto que hizo la “caza a los inmigrantes”, uno de los motivos de “orgullo” de su administración.

Ibrahima Barry es un obrero nacido y criado en Africa, pero que vive hace varios años en Italia. Candidatea en la única lista 100% comunista, la lista del PdAC. El candidato del PdAC será el único a la izquierda del PD -Partido Democrático (que presenta un candidato propio a prefecto, apoyado por Refundación Comunista, por el SEL -Izquierda, Ecología y Libertad- e IDV -Italia de los Valores): la candidatura de Ibrahima Barry pretende ser una candidatura revolucionaria, en contraposición a los tres grupos burgueses (el vinculado a la Liga Norte, el de centro-derecha y el de centro-izquierda).

Es una candidatura que tiene un fuerte valor simbólico, que dice no al racismo, en la ciudad donde la Liga Norte siempre tuvo el mayor apoyo electoral. Pero, la candidatura de Barry representa, también, las luchas en curso en la ciudad de Verona, como la de los inmigrantes: la lista de Alternativa Comunista es, de hecho, apoyada, entre otros, por Moustapha Wagne, el presidente de la Coordinadora de Inmigrantes de Verona, y sus candidatos están al lado de los trabajadores y estudiantes italianos y, también, con otros inmigrantes residentes en la ciudad.

En los próximos días iniciará la campaña electoral de Ibrahima Barry y el sábado 14 de abril, se dará una primera iniciativa: una gran fiesta con debate.

Para el PdAC, como siempre, la participación en las elecciones tiene la finalidad de hacer propaganda del programa revolucionario; un programa obrero, antirracista, contra todos los candidatos de las listas burguesas, a favor de una perspectiva de lucha obrera y comunista en Verona y nacionalmente. Esta es la única perspectiva realista frente a la crisis devastadora del capitalismo, cuyos costos la burguesía trata de cargar sobre las espaldas de los trabajadores italianos e inmigrantes.


Traducción Laura Sánchez

Site “30 años de la LIT” lanza sección sobre la guerra de Malvinas (1982)



Viernes 13 de Abril de 2012
Cuando el 2 de abril de 1982, tropas argentinas invadieron y recuperaron las Islas Malvinas, se dio uno de esos curiosos cruces de caminos que, a veces, produce la historia. Desde el punto de vista de la dictadura militar instalada en 1976, entonces presidida por el general Leopoldo Galtieri, se trataba de una maniobra política para “empujar para adelante” el profundo deterioro del régimen, corroído por una fuerte crisis económica y por una creciente resistencia obrera y popular.
 
El objetivo de los militares era recuperar prestigio llevando a cabo una  reivindicación muy sentida por el pueblo argentino. Al mismo tiempo, creían  que la acción tendría un “bajo costo” ya que, por tratarse de un territorio de escaso valor económico y geopolítico, Gran Bretaña no respondería al ataque. Y, en todo caso, el gobierno de los EE.UU., “dejaría correr” la invasión en “agradecimiento” a la colaboración que los militares argentinos habían prestado en la represión y en la contrarrevolución en diversos países de Latinoamérica.
 
Fue un gravísimo error de cálculo político. El gobierno británico de Margareth Thatcher, entonces bastante debilitado, aprovechó el hecho para intentar fortalecerse y envió la fuerza británica naval más importante desde la Segunda Guerra Mundial, En tanto, el presidente de EE.UU., Ronald Reagan, la respaldó claramente, aportando apoyo técnico y bases de reabastecimiento, para enviar un claro mensaje al mundo: con las posesiones coloniales no se juega.
 
Empeorando las cosas para el régimen militar, el llamado a apoyar la invasión se transformó en una desbordante movilización popular que, de hecho, rompió el control dictatorial del país. Con la invasión de Malvinas, los militares habían abierto la “caja de Pandora” que llevaría al fin de la dictadura.
 
Aprisionados entre una guerra antiimperialista que no querían, por un lado, y la movilización de masas, por el otro, la gran mayoría de la burguesía argentina, como el futuro presidente electo Raúl Alfonsín, y de los altos mandos militares comenzaron a trabajar para la derrota argentina. Dividido entre quienes querían perder la guerra y quienes deseaban ganarla, el régimen militar argentino, de hecho, se quebró.
 
Aunque algunos sectores combatieron con dignidad y efectividad, como los pilotos de la Fuerza Aérea, en esas condiciones (una conducción política y militar derrotista) era muy difícil triunfar. Y la derrota llegó finalmente el 14 de junio, poco después que, en Buenos Aires, el Papa Juan Pablo II organizara diversas misas y actos masivos llamando a la rendición. De inmediato, en medio de movilizaciones contra los militares y enfrentamientos con la Policía, Galtieri renunciaba y, con él, caía la dictadura.
 
La Guerra de Malvinas generó, y aún genera, intensas polémicas entre diversas corrientes políticas y también dentro de la izquierda argentina y mundial. ¿Qué actitud debía adoptar la izquierda frente a esta acción de un régimen militar que había secuestrado, torturado y asesinado a miles de personas? ¿Qué era más importante: la lucha antiimperialista o el repudio al régimen? ¿Había que jugarse por el triunfo de Argentina, el de Gran Bretaña o ser “neutral”?
 
En respuesta a estas preguntas, la organización morenista de aquella época, el Partido Socialista de los Trabajadores, siguió las enseñanzas de León Trotsky. En una entrevista de 1938, él afirma claramente que, en la hipótesis de guerra entre un régimen semifascista semicolonial y una potencia imperialista “democrática”, los revolucionarios debían ser parte, sin dudar, del “campo militar” del país semicolonial. Y el PST no tuvo dudas: desde la clandestinidad a que lo sometía la dictadura militar, a pesar de haberla combatido heroicamente en esos años y haber sufrido 100 muertos por la represión, ocupó su lugar en el campo militar antiimperialista y, junto con la gran mayoría del pueblo argentino, jugó todas sus fuerzas por el triunfo. Del mismo modo que, después de la derrota, estuvo en las calles del país impulsando las movilizaciones que derribaron a la dictadura.
 
Conozca los materiales de la LIT-CI en esta época
 
La LIT-CI, fundada unos meses antes, y su sección argentina el PST - Partido Socialista de los Trabajadores (en la clandestinidad) -  intervinieron en ese proceso con una clara posición antiimperialista, derivada de principios muy claros enunciados por Trotsky. Tal como ayer, defendemos orgullosos esta política y su aplicación de los ataques y calumnias que sufrió y continúa sufriendo.
 
Presentamos entonces este especial que contiene, en primer lugar, materiales escritos y publicados por el PST y la LIT-CI en 1982, en plena guerra o cuando ésta apenas había terminado con la derrota argentina. En segundo lugar, otros publicados por el MAS argentino, sucesor del PST, en 1987. Esto materiales incluyen polémicas con otras fuerzas de izquierda.
 
En tercer lugar, publicamos materiales escritos recientemente por la LIT-CI y el PSTU argentino, que abordan tanto la ofensiva de Gran Bretaña como la respuesta totalmente parcial e insuficiente del gobierno argentino. Finalmente, presentamos una declaración de la sección británica de la LIT, la ISL que, totalmente coherente con los principios revolucionarios, es solidaria y apoya la reivindicación del pueblo argentino contra su propio imperialismo.

...DECLARACIÓN DEL FRENTE ÍNDIGO NACIONAL REPUDIANDO LA COBARDE AGRESIÓN A LOS DOCENTES DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA...QUE LA CTERA SE PRONUNCIE YA...TOCAN A UNO,TOCAN A TODOS...