miércoles, 30 de mayo de 2012

Una gran oportunidad para avanzar hacia una nueva dirección obrera


Escrito por lgenova   
Miércoles 30 de Mayo de 2012
Se agrava cada vez más la crisis de la burocracia.

Aunque la disputa por la conducción de la CGT, entre Moyano y Caló y demás jerarcas, todavía no haya producido episodios tan grotescos como los enfrentamientos a tiros entre distintos bandos del gremio de la construcción, en el fondo es parte de la misma pelea por la “manija”,a espaldas de la clase obrera a la que dicen representar.

Desde que Cristina rompió con Moyano el año pasado, el líder camionero viene amenazando con montar una fuerte oposición al gobierno, como la que había encabezado en los años noventa contra Ménem. La creciente bronca de la clase obrera por la inflación, la caída del salario, la amenaza del tarifazo creaba las condiciones para que se plantara y lanzara un plan de lucha. Pero se fue en amagues.

Ahora Moyano está dando señales de acercamiento nada menos que con Mauricio Macri y los peronistas disidentes. Moyano repite así la historia de todos los burócratas sindicales: antes que confiar en los trabajadores y en su lucha, siempre buscan el respaldo del gobierno de turno o de algún sector patronal opositor.

Por su parte Caló, el jefe de la UOM, va a la disputa de la conducción de la CGT con el sostén de Cristina, a cambio de convertirse en el abanderado del techo salarial del gobierno en las paritarias. Su candidatura cuenta con el apoyo de los principales puntales del sindicalismo- empresario menemista como Luis Barrionuevo (Gastronómicos), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Armando Cavalieri (Comercio), Rodolfo Daer (Alimentación), Carlos West Ocampo (Sanidad). Nada bueno puede esperarse de ellos.

Las CTA se siguen debilitando

Luego de dividirse las distintas fracciones de la CTA, siguen debilitándose: crece la bronca de los docentes contra Yasky porque una vez más entregó la pelea salarial que tuvo su pico en el primer paro nacional del gremio contra un gobierno kirchnerista; los estatales no ven una alternativa mucho mejor en los líderes surgidos de ATE, como Micheli, De Gennaro y compañía, que tampoco son capaces de montar un plan de lucha consecuente por sus reclamos.

Crece el sindicalismo independiente


La crisis y los enfrentamientos entre burócratas y la falta de respuesta a los reclamos obreros sigue impulsando algo que hasta el reaccionario diario La Nación tuvo que reconocer, en su edición del 29 de abril pasado: “Aunque no hay estadísticas, el crecimiento de sectores más radicalizados y antiburocráticos se puede constatar en gremios y en comisiones internas. (…) Nuevas camadas de dirigentes y de delegados están comenzando a consolidarse en el mapa sindical y producen transformaciones para seguir de cerca,como el de los metrodelegados del subte, que lograron conformar un sindicato propio, con reconocimiento oficial, o el de los ferroviarios de la línea Sarmiento, que se convirtieron en referentes del gremialismo combativo”.

El mismo diario señala que: “Un test decisivo serán las elecciones en el Sindicato de Alimentación, conducido por Daer, que se realizarán el 10 del mes próximo. Allí, el ex líder de la CGT e integrante de "los Gordos" se enfrentará, por primera vez, a una lista unificada de la izquierda. La sola conformación de esa nómina, de todas formas, grafica el ascenso de los delegados más duros en empresas del sector alimentario como Kraft, Pepsico, Bonafide y Felfort”.

Presentar una alternativa de dirección unitaria

El ejemplo de la Alimentación nos lleva a una pregunta clave: si dirigentes de partidos con posiciones muy distintas, incluso enfrentadas, pudieron ponerse de acuerdo para presentar una alternativa de dirección común frente a una de las conducciones burocráticas más poderosas, como es la de Daer, ¿por qué no puede hacerse lo mismo a nivel de la conducción de todo el movimiento obrero?

Una medida inmediata en ese sentido sería la convocatoria de una reunión de delegados y dirigentes de comisiones internas opositoras de la Alimentación, los metrodelegados encabezados por Pianelli, los delegados ferroviarios combativos, los miles de delegados docentes y estatales opositores, las comisiones internas combativas metalúrgicas, y tantos más.

Más allá de las distintas posiciones de estas direcciones respecto del gobierno u otras cuestiones fundamentales, lo importante allí sería acordar el camino a seguir para construir una nueva dirección obrera dispuesta a defender la independencia de los sindicatos tanto del estado y los gobiernos, así como de todos los sectores patronales y sus partidos y conquistar la democracia sindical en todos los gremios.

Para lo más inmediato, se podría debatir la presentación de una lista de las nuevas direcciones sindicales, encabezada por el “Pollo” Sobrero, los líderes de la lista Bordó de la Alimentación y otros dirigentes combativos, para enfrentar con una gran campaña nacional en las elecciones de conducción de la CGT a Moyano, a Caló y a toda la corte de burócratas corruptos.

Este sería un primer paso importantísimo hacia la construcción de la nueva dirección democrática y combativa que necesitamos los trabajadores.
 
 http://www.litci.org/inicio/newspaises/argentina/3149-una-gran-oportunidad-para-avanzar-hacia-una-nueva-direccion-obrera

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