miércoles, 4 de mayo de 2011

Rechazamos la expulsión ilegal e ilegítima de Joaquín Pérez Becerra Escrito por UST - Venezuela

Por una campaña internacional de denuncia y movilización
 


Durante el día de ayer fue expulsado hacia territorio colombiano Joaquín Pérez Becerra, periodista de la Agencia de Noticias de la Nueva Colombia (ANNCOL).


Pérez fue detenido el pasado sábado durante su llegada al aeropuerto de Maiquetía en Caracas de forma ilegal por el gobierno venezolano. La detención se dio alegando que Pérez es “cabecilla en Europa del frente internacional de las FARC” y culpable de múltiples actos de terrorismo, y a partir de una petición telefónica que realizó el presidente colombiano Juan Manuel Santos.

En el momento de la detención el gobierno venezolano sacó un comunicado adonde justificó la detención alegando que Pérez estaba solicitado por la Interpol y tendría una “circular roja” (que hasta el día de hoy no ha aparecido) por sus delitos relacionados con la guerrilla colombiana  (“concierto para delinquir, financiamiento del terrorismo y administración de recursos relacionados con actividades terroristas”). Lamentablemente esto se suma a una larga lista de luchadores sociales que el gobierno venezolano ha ayudado a capturar y criminalizar bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo.


¿Quién es Joaquín Pérez Becerra?


Hace 20 años Pérez debió huir de Colombia. La burguesía colombiana en estos tiempos atravesaba una crisis de dominio, en medio de un gigantesco proceso de movilización. Para resolver esto se llevó a cabo el asesinato sistemático de miles de luchadores sociales, campesinos, estudiantes, periodistas y militantes de organizaciones de izquierda a través de las fuerzas paramilitares y el propio estado, cosa que se convirtió en una asquerosa tradición en este país. Pérez formaba parte de la Unión Patriótica, organización de la cual fueron asesinados más de 4 mil miembros y fue uno de los 2 únicos alcaldes electos popularmente por la UP que sobrevivieron a estos asesinatos selectivos.

En 1996 fue fundador de la agencia de noticias ANNCOL, siendo su director por los últimos años. Esta agencia de noticias se ha caracterizado desde su fundación por ser una voz independiente, por denunciar las atrocidades cometidas por la burguesía colombiana y por la defensa intransigente de todos los luchadores sociales de este país que han sido perseguidos. El mismo papel lo ha cumplido a escala mundial, poniéndose del lado de los pueblos en lucha y de los movimientos de emancipación. Por ejemplo desde hace años ANNCOL viene denunciando la militarización del estado colombiano y el continente, por parte del imperialismo gringo, en el marco de los planes de recolonización de la región. Desde su fundación, pero sobre todo durante el año pasado, ANNCOL viene denunciando una serie de ataques para silenciar este medio, tanto informáticos, como jurídicos y hasta físicos. La detención de Pérez por lo tanto no es de ninguna forma un hecho aislado o espontáneo.

El verdadero “crimen” que cometió Pérez es simplemente el de defender el derecho a la verdad en Colombia. La verdad adquiere dimensiones revolucionarias en este país, donde los vínculos del gobierno con el narcotráfico son gigantescos, donde son miles los desaparecidos, millones los desplazados, y donde la burguesía está imponiendo por la fuerza un violentísimo proyecto de país que implica la explotación salvaje del pueblo colombiano. Por eso la burguesía se juega todas sus cartas para silenciar a los medios independientes.

El accionar vergonzoso e ilegal del gobierno de Chávez

El accionar del gobierno de Chávez es vergonzoso y lamentablemente este no es un hecho aislado, sino que se suma a una larga lista de casos similares. Durante estos últimos 2 años la complicidad de Chávez con la criminalización de luchadores sociales ha sido cosa común. Este caso se suma al caso de otros supuestos miembros de las FARC, supuestos miembros de ETA y a los casos de aquellos que han sido perseguidos por su propio gobierno como Rubén González y Sabino Romero. (Sobre estos casos pueden ver nuestro artículo publicado en Lucha Socialista 12, disponible en el sitio www.ust.org.ve)

La detención, y posterior deportación no sólo es ilegítima, sino que es incluso abiertamente ilegal, y viola los más elementales principios de la escasa justicia burguesa. Pérez renunció a su nacionalidad colombiana hace 10 años, y solicitó la ciudadanía sueca, justamente en el marco de que era un refugiado y tuvo que huir de su país por la persecución que sufría. La orden de captura emitida por la DAS - Interpol - Santos se refería a Pérez como un ciudadano colombiano y es bajo estos términos que hoy está siendo deportado y juzgado. Deportar a un refugiado, a un país en el que el estado se ha caracterizado por desaparecer sistemáticamente a sus opositores, es un crimen de lesa humanidad. La propia legislación venezolana sobre refugiados prohíbe la extradición u orden de retorno al país de donde estos debieron huir.

A Pérez se le tuvo aislado durante su captura por 2 días enteros, como indica un comunicado de sus abogados, sin permitirle la realización de llamadas, y sin permitirle comunicación alguna con sus familiares o abogados. Esto es una clara violación a los derechos estipulados en la propia constitución venezolana, y en el Código Orgánico Procesal Penal.

Según la información que ha dado la propia embajada sueca el cónsul de este país en Venezuela intentó visitar a Pérez, sin embargo le fue negado este derecho.

Es increíble, y lamentable, que el gobierno de Chávez, un gobierno que se dice revolucionario y socialista, se preste activamente para la persecución de luchadores sociales. Este accionar, y los otros casos que mencionamos, demuestran claramente cual es la política de Chávez hacia los movimientos revolucionarios y de oposición a nivel mundial, hacia los luchadores sociales, y con respecto a las libertades democráticas y la libertad de prensa. Chávez demuestra una vez más que está por la “paz de los explotadores” en todo el mundo. Este es su verdadero internacionalismo.


El marco de las relaciones entre Chávez y Santos

Desde finales del 2010 la política de Chávez con respecto al gobierno de Santos llevó a cabo un giro que tomó por sorpresa a buena parte de la izquierda latinoamericana y mundial.

Para junio del 2010 Chávez se refería a Santos como “el perrito guardián del imperialismo en la región”, e incluso llegó a denunciar las posibilidades de una guerra en la región a partir de su elección. No debemos olvidar que Santos fue el ministro de seguridad (y es continuista) de un gobierno directamente vinculado con el narco-paramilitarismo colombiano, responsable de crímenes de lesa humanidad, y que además lideró una ofensiva brutal durante 8 años contra las condiciones de vida del pueblo colombiano. Santos igualmente fue el encargado directo de la operación que terminó con la muerte de Raúl Reyes, criticada por el propio Chávez.

Sin embargo el 2 de noviembre de ese mismo año Santos y Chávez llevaron a cabo una cadena nacional conjunta en la que anunciaron una “nueva era de relaciones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela”. Ésta se llevó a cabo entre halagos mutuos, lamentos por la muerte del “progresista” Kirchner y conversaciones triviales sobre béisbol. Solo un par de días después Chávez declaraba que Santos era “otro hijo del padre libertador”, otro de los grandes hombres llamados a unificar a la gran Colombia y hasta nos enteramos de que “Hermanos fuimos, somos y seremos siempre”.

¿Será que Santos durante este tiempo hizo un giro hacia el progresismo, abrazó el proyecto bolivariano o abandonó los ataques contra las condiciones de vida del pueblo Colombiano? Es claro que no hay tal giro. Santos sigue representando el continuismo y ha incluso apretado las tuercas del proyecto uribista. ¿Entonces que explica este giro de Chávez con respecto al gobierno de Santos? ¿Este giro es un hecho aislado o, como consideramos nosotros, es un giro de conjunto en materia de política internacional?

Para nosotros la respuesta a estos problemas se ubica en las dimensiones de clase, y el momento que atraviesa, el proyecto del chavismo y en el pacto contrarrevolucionario que han suscrito en los hechos estos 2 gobiernos desde finales del año pasado.

El hecho es simple y llanamente que el antiimperialismo de Chávez termina adonde comienzan las necesidades de su gobierno y de quienes se benefician de este, y no del pueblo venezolano. Hoy el chavismo se encuentra debilitado a lo interno de su país, producto del deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano especialmente durante el último año y medio, en el marco de la crisis económica que golpea la economía dependiente y atrasada (Capitalista) de Venezuela. El gobierno está teniendo que “administrar” esta crisis a lo interno de su país y está corriendo desde ya para garantizar su triunfo durante las elecciones del 2012. Todo el resto se subordina a esta tarea.

Santos declaró al diario El Tiempo de Bogotá: “el sábado llamé al presidente Chávez y le dije que un tipo muy importante para nosotros de las FARC llegaba en un vuelo de Lufthansa esa tarde a Caracas y que si lo podía detener. No titubeó. Lo mandó capturar y nos lo va a entregar.”

¿Por qué Chávez obedeció la petición de Santos por vía telefónica si es claro que éste es un agente del imperialismo como el mismo lo ha denunciado? ¿Adonde está la supuesta orden “roja” de la INTERPOL? ¿Por qué Santos hoy alaba la colaboración de Chávez y lo tilda de ser un aliado de su gobierno? ¿Para Chávez pesa más la constitución y la ley venezolana o los favores al presidente colombiano?

Chávez ha entregado ya 8 (supuestos) “terroristas” al gobierno de Santos en lo que lleva de este año, hoy el gobierno de Santos le entrega de vuelta al narcotraficante Makled al gobierno de Chávez. A cambio de “ayuda comercial” Chávez bendice al gobierno de Santos como el “nuevo aliado estratégico de los pueblos latinoamericanos”. Santos por el otro lado bendice al gobierno de Chávez como el nuevo aliado estratégico del empresariado latinoamericano.

El gobierno de Chávez está dispuesto a entregar luchadores sociales, llevar a cabo pactos entreguistas como los “acuerdos de cooperación” en materia petrolera con China y Rusia o incluso legitimar gobiernos golpistas como recién ha ocurrido con el gobierno de Pepe Lobo en Honduras, a cambio de alguna colaboración comercial, económica o militar. Las nuevas relaciones con Colombia, marcadas por este pacto contrarrevolucionario y por la lucha conjunta “contra el terrorismo” son el ejemplo más coherente de esta política.


La indignación y la confusión dentro del PSUV, y de millones de activistas honestos y la izquierda mundial

Las acciones del gobierno de Chávez en el caso de Joaquín Pérez han suscitado el rechazo y la indignación de millones de luchadores, y activistas de izquierda, a nivel mundial. Otros que siguen teniendo fe en el gobierno de Chávez están sumidos en la más absoluta confusión, sin entender como armar este rompecabezas, y sin entender como un gobierno que consideran como revolucionario y de los trabajadores está colaborando con el reaccionario y totalitario régimen colombiano.

Dentro de las bases del propio PSUV hay miles de activistas honestos, algunos con décadas de militancia en la izquierda, y algunos otros que han entrado a la vida política durante el ascenso del chavismo. Muchos de estos activistas siguen sin poder entender por qué el gobierno actúa de esta forma y están a la expectativa de una aclaración por parte del gobierno. Sin embargo otros, que se siguen reivindicando chavistas, incluso salieron abiertamente a movilizar exigiéndole al gobierno que Pérez no fuera deportado.

Hacemos un llamado a todos estos activistas a que sigamos estas acciones, llevando a cabo una campaña en contra de la detención de Pérez Becerra, por la integridad moral y física de este periodista y por el derecho de éste de volver a Suecia. Igualmente creemos que hay que exigirle al gobierno de Chávez que de cuentas sobre la razón de ésta detención, y sobre la forma en que se llevó a cabo.

Este caso sigue marcando un precedente preocupante para los luchadores sociales de todo el mundo. Los trabajadores y sectores populares venezolanos, y de toda América Latina, debemos denunciar esto. Las víctimas de estos atropellos mañana podemos ser aquellos que luchamos por una transformación revolucionaria y la defensa de los derechos de las mayorías, en Venezuela. En el marco de los despidos en el estado y de la creciente ola de movilizaciones en este país la defensa de los derechos democráticos de los luchadores sociales, indígenas, estudiantiles y campesinos cobra cada vez más importancia.

Solidaridad internacional, denuncia implacable y movilización


La Unidad Socialista de los Trabajadores, sección venezolana de la Liga Internacional de los Trabajadores hace un llamado a que llevemos a cabo una campaña de solidaridad internacional, denuncia implacable y movilización. Debemos solidarizarnos con Joaquín Pérez Becerra y los compañeros de ANNCOL, llamando a todas las organizaciones de izquierda, sindicales y populares a la defensa de su integridad física y moral, y a repudiar cualquier ataque que se lleve a cabo contra estos. Debemos denunciar igualmente el papel de los gobiernos y la “diplomacia” de Venezuela y Colombia, incluyendo el propio Chávez quien está sembrando confusión y división en la izquierda a nivel mundial, colaborando con la criminalización de los luchadores sociales.

Igualmente nos debemos movilizar hacia las sedes diplomáticas de Venezuela, Colombia y Suecia. A las primeras 2 debemos exigirle que la integridad de Pérez sea garantizada, y que su derecho a volver a Suecia y ejercer su papel como periodista sea respetado. A las sedes diplomáticas de Suecia debemos salir a presionar para que la exigencia de que Pérez sea devuelto a este país sea asumida por el gobierno sueco.

Los venezolanos tenemos un papel importante que cumplir. Llamamos a todos los activistas honestos, indígenas, populares, estudiantiles y sindicales a que demostremos nuestro repudio a esta detención y entrega ilegales e ilegítimas, sumándonos a las movilizaciones y exigencias que se están llevando a cabo al gobierno de Chávez. Igualmente debemos denunciar el pacto que Chávez y Santos están consolidando, exigiendo la ruptura de este espurio pacto.


Solo la movilización, la denuncia implacable, y una campaña de información y solidaridad pueden garantizar estos objetivos y evitar que este precedente lamentable sea el camino a seguir de aquí en adelante por el gobierno venezolano. La UST se pone a disposición de esta tarea y hace un llamado abierto a que discutamos el contenido de esta campaña.



26 de Abril, 2011

Comité Ejecutivo - Unidad Socialista de los Trabajadores

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