jueves, 21 de enero de 2010

El "testamento" de Lenin , ante un nuevo aniversario de su muerte



CARTA AL CONGRESO

I

Yo aconsejaría mucho que en este Congreso se introdujesen varios cambios en nuestra estructura política.

Desearía exponerles las consideraciones que estimo más importantes.

Lo primero de todo coloco el aumento del número de miembros del CC hasta varias decenas e incluso hasta un centenar. Creo que si no emprendiéramos tal reforma, nuestro Comité Central se vería amenazado de grandes peligros, caso de que el curso de los acontecimientos no fuera del todo favorable para nosotros (y no podemos contar con eso).

También pienso proponer al Congreso que, dentro de ciertas condiciones, se dé carácter legislativo a las decisiones del Gosplán, coincidiendo en este sentido con el camarada Trotsky, hasta cierto punto y en ciertas condiciones.

Por lo que se refiere al primer punto, es decir, al aumento del número de miembros del CC, creo que esto es necesario tanto para elevar el prestigio del CC como para un trabajo serio con objeto de mejorar nuestro aparato y como para evitar que los conflictos de pequeñas partes del CC puedan adquirir una importancia excesiva para todos los destinos del Partido.

Opino que nuestro Partido está en su derecho de pedir a la clase obrera de 50 a 100 miembros del CC, y que puede recibirlos de ella sin hacerla poner demasiado en tensión sus fuerzas.

Esta reforma aumentaría considerablemente la solidez de nuestro Partido y le facilitaría la lucha que sostiene, rodeado de Estados hostiles, lucha que, a mi modo de ver, puede y debe agudizarse mucho en los años próximos. Se me figura que, gracias a esta medida, la estabilidad de nuestro Partido se haría mil veces mayor.

Lenin
23.XII.22
Taquigrafiado por M. V.


II

Continuación de las notas.
24 de diciembre del 22

Por estabilidad del Comité Central, de que hablaba más arriba, entiendo las medidas contra la escisión en el grado en que tales medidas puedan, en general, adoptarse. Porque, naturalmente, tenía razón el guardia blanco de Rússkaya Mysl (creo que era S. F. Oldenburg) cuando, lo primero, en el juego de esas gentes contra la Rusia Soviética ponía sus esperanzas en la escisión de nuestro Partido y cuando, lo segundo, las esperanzas de que se fuera a producir esta escisión las cifraba en gravísimas discrepancias en el seno del Partido.

Nuestro Partido se apoya en dos clases, y por eso es posible su inestabilidad y sería inevitable su caída si estas dos clases no pudieran llegar a un acuerdo. Sería inútil adoptar unas u otras medidas con vistas a esta eventualidad y, en general, hacer consideraciones acerca de la estabilidad de nuestro CC. Ninguna medida sería capaz, en este caso, de evitar la escisión. Pero yo confío que esto se refiere a un futuro demasiado lejano y es un acontecimiento demasiado improbable para hablar de ello.

Me refiero a la estabilidad como garantía contra la escisión en un próximo futuro, y tengo el propósito de exponer aquí varias consideraciones de índole puramente personal.

Yo creo que lo fundamental en el problema de la estabilidad, desde este punto de vista, son tales miembros del CC como Stalin y Trotsky. Las relaciones entre ellos, a mi modo de ver, encierran más de la mitad del peligro de esa escisión que se podría evitar, y a cuyo objeto debe servir entre otras cosas, según mi criterio, la ampliación del CC hasta 50 o hasta 100 miembros.

El camarada Stalin, llegado a Secretario General, ha concentrado en sus manos un poder inmenso, y no estoy seguro que siempre sepa utilizarlo con la suficiente prudencia. Por otra parte, el camarada Trotsky, según demuestra su lucha contra el CC con motivo del problema del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, no se distingue únicamente por su gran capacidad. Personalmente, quizá sea el hombre más capaz del actual CC, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído por el aspecto puramente administrativo de los asuntos.

Estas dos cualidades de dos destacados jefes del CC actual pueden llevar sin quererlo a la escisión, y si nuestro Partido no toma medidas para impedirlo, la escisión puede venir sin que nadie lo espere.

No seguiré caracterizando a los demás miembros del CC por sus cualidades personales. Recordaré sólo que el episodio de Zinoviev y Kamenev en Octubre no es, naturalmente, una casualidad, y que de esto se les puede culpar personalmente tan poco como a Trotsky de su no bolchevismo.

En cuanto a los jóvenes miembros del CC, diré algunas palabras acerca de Bujarin y de Piatakov. Son, a mi juicio, los que más se destacan (entre los más jóvenes), y en ellos se debería tener en cuenta lo siguiente: Bujarin no sólo es un valiosísimo y notabilísimo teórico del Partido, sino que, además, se le considera legítimamente el favorito de todo el Partido; pero sus concepciones teóricas muy difícilmente pueden calificarse de enteramente marxistas, pues hay en él algo escolástico (jamás ha estudiado y creo que jamás ha comprendido por completo la dialéctica).

25.XII. Viene después Piatakov, hombre sin duda de gran voluntad y gran capacidad, pero a quien atraen demasiado la administración y el aspecto administrativo de los asuntos para que se pueda confiar en él en un problema político serio.

Naturalmente, una y otra observación son valederas sólo para el presente, en el supuesto de que estos dos destacados y fieles militantes no encuentren ocasión de completar sus conocimientos y de corregir su unilateral formación.


Lenin
25.XII.22
Taquigrafiado por M. V.

Suplemento a la Carta del 24 de Diciembre de 1922

Stalin es demasiado brusco, y este defecto, plenamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros, los comunistas, se hace intolerable en el cargo de Secretario General. Por eso propongo a los camaradas que piensen la forma de pasar a Stalin a otro puesto y de nombrar para este cargo a otro hombre que se diferencie del camarada Stalin en todos los demás aspectos sólo por una ventaja, a saber: que sea más tolerante, más leal, más correcto y más atento con los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una fútil pequeñez. Pero yo creo que, desde el punto de vista de prevenir la escisión y desde el punto de vista de lo que he escrito antes acerca de las relaciones entre Stalin y Trotsky, no es una pequeñez, o se trata de una pequeñez que puede adquirir importancia decisiva.


Lenin
Taquigrafiado por L. F.
4 de enero de 1923


III


Continuación de las notas.
26 de diciembre de 1922

La ampliación del CC hasta 50 o incluso 100 miembros debe perseguir, a mi modo de ver, un fin doble o incluso triple: cuanto mayor sea el número de miembros del CC, más gente aprenderá a realizar el trabajo de éste y tanto menor será el peligro de una escisión debida a cualquier imprudencia. La incorporación de muchos obreros al CC ayudará a los obreros a mejorar nuestro aparato, que es pésimo. En el fondo lo hemos heredado del viejo régimen, puesto que ha sido absolutamente imposible rehacerlo en un plazo tan corto, sobre todo con la guerra, con el hambre, etc. Por eso podemos contestar tranquilamente a los "críticos" que con sonrisa burlona o con malicia nos señalan los defectos de nuestro aparato, que son gentes que no comprenden nada las condiciones de nuestra revolución. En cinco años es imposible por completo reformar el aparato en medida suficiente, sobre todo atendidas las condiciones en que se ha producido nuestra revolución. Bastante es si en cinco años hemos creado un nuevo tipo de Estado en el que los obreros van delante de los campesinos contra la burguesía, lo que, considerando las condiciones de la hostil situación internacional, es una obra gigantesca. Pero la conciencia de que esto es así no debe en modo alguno cerrarnos los ojos ante el hecho de que, en esencia, hemos tomado el viejo aparato del zar y de la burguesía y que ahora, al advenir la paz y cubrir en grado mínimo las necesidades relacionadas con el hambre, todo el trabajo debe orientarse al mejoramiento del aparato.

Según me imagino yo las cosas, una decenas de obreros incluidos en el CC pueden, mejor que cualquiera otro, entregarse a la labor de revisar, mejorar y rehacer nuestro aparato. La Inspección Obrera y Campesina, a la que en un principio pertenecía esta función, ha sido incapaz de cumplirla y únicamente puede ser empleada como "apéndice" o como auxiliar, en determinadas condiciones, de estos miembros del CC. Los obreros que pasen a formar parte del CC deben ser preferentemente, según mi criterio, no de los que han actuado largo tiempo en las organizaciones soviéticas (en esta parte de la carta, lo que digo de los obreros se refiere también por completo a los campesinos), porque en ellos han arraigado ya ciertas tradiciones y ciertos prejuicios con los que es deseable precisamente luchar.

Los obreros que se incorporen al CC deben ser, de preferencia, personas que se encuentren por debajo de la capa de los que en los cinco años han pasado a ser funcionarios soviéticos, y deben hallarse más cerca de los simples obreros y campesinos, que, sin embargo, no entren, directa o indirectamente, en la categoría de los explotadores. Creo que esos obreros, que asistirán a todas las reuniones del CC y del Buró Político, y que leerán todos los documentos del CC, pueden ser cuadros de fieles partidarios del régimen soviético, capaces, lo primero, de dar estabilidad al propio CC y, lo segundo, de trabajar realmente en la renovación y mejoramiento del aparato.


Lenin
Taquigrafiado por L. F.
26.11.22.



IV


Continuación de las notas.
27 de diciembre de 1922

Sobre la concesión de funciones
legislativas al Gosplán

Esta idea la sugirió el camarada Trotsky, me parece, hace ya tiempo. Yo me manifesté en contra, porque estimaba que, en tal caso, se produciría una falta de concordancia fundamental en el sistema de nuestras instituciones legislativas. Pero un examen atento del problema me lleva a la conclusión de que, en el fondo, aquí hay una idea sana: el Gosplán se halla algo al margen de nuestras instituciones legislativas, a pesar de que, como conjunto de personas competentes, de expertos, de hombres de la ciencia y de la técnica, se encuentra, en el fondo, en las mejores condiciones para emitir juicios acertados.

Sin embargo, hasta ahora partíamos del punto de vista de que el Gosplán debe presentar al Gobierno un material críticamente analizado, y que las instituciones gubernamentales deben ser las encargadas de resolver los asuntos públicos. Yo creo que en la situación actual, cuando los asuntos públicos se han complicado extraordinariamente, cuando a cada paso hay que resolver así como vienen los problemas en que se necesita el dictamen de los miembros del Gosplán sin separarlos de los problemas en los que no se necesita, e incluso más aún, resolver asuntos en los que unos puntos requieren el dictamen del Gosplán mientras que otros puntos no lo requieren, se debe dar un paso en el sentido de aumentar la competencia del Gosplán. Este paso lo concibo de tal manera que las decisiones del Gosplán no puedan ser rechazadas según el procedimiento corriente en los organismos soviéticos, sino que para modificarlas se requiera un procedimiento especial; por ejemplo, llevarlas a la reunión del CEC de toda Rusia, preparar el asunto cuya decisión deba ser modificada según instrucciones especiales, redactándose, según reglas especiales, informes por escrito con objeto de sopesar si dicha decisión del Gosplán debe ser anulada; marcar, en fin, plazos especiales para modificar las decisiones del Gosplán, etc.

En este sentido creo que se puede y se debe coincidir con el camarada Trotsky, pero no en lo de que la presidencia del Gosplán debe ocuparla una personalidad destacada, uno de nuestros jefes políticos, o el Presidente del Consejo Supremo de la Economía Nacional, etc. Me parece que en este asunto el factor personal se entrelaza hoy día demasiado íntimamente con el problema de principio. Creo que los ataques que ahora se escuchan contra el Presidente del Gosplán, camarada Krzhizhanovski, y el Vicepresidente, camarada Piatakov, y que se lanzan contra los dos, de tal manera que, de una parte, escuchamos acusaciones de extremada blandura, de falta de independencia y de carácter, mientras que, de otra parte, escuchamos acusaciones de grosería, de trato cuartelero, de falta de una sólida preparación científica, etc., creo que estos ataques son expresión de los dos aspectos del problema, desorbitándolos hasta el extremo, y que lo que nosotros necesitamos realmente en el Gosplán es una acertada combinación de los dos tipos de carácter, modelo de uno de los cuales puede ser Piatakov y del otro Krzhizhanovski.

Creo que a la cabeza del Gosplán debe haber una persona con preparación científica en el sentido técnico o agronómico, que posea una experiencia larga, de muchas decenas de años, de trabajo práctico, bien en la técnica, bien en la agronomía. Creo que esa persona debe poseer no tanto aptitudes administrativas como amplia experiencia y capacidad para atraerse a la gente.


Lenin
27.XII.22
Taquigrafiado por M. V.

V

Continuación de la carta acerca del carácter
legislativo de las decisiones del Gosplán.
28.XII.22

He advertido que ciertos camaradas nuestros, capaces de influir decisivamente en la orientación de los asuntos públicos, exageran el aspecto administrativo, el cual, naturalmente, es necesario en su lugar y en su tiempo, pero que no hay que confundir con el aspecto científico, con la amplia comprensión de la realidad, con la capacidad de atraerse a la gente, etc.

En toda institución pública, particularmente en el Gosplán, se necesita la unión de estas dos cualidades, y cuando el camarada Krzhizhanovski me dijo que había incorporado al Gosplán a Piatakov y se había puesto de acuerdo con él acerca del trabajo, yo di mi consentimiento, reservándome, por una parte, ciertas dudas, y confiando a veces, por otra parte, que lograríamos en este caso la combinación de ambos tipos de hombre de Estado. ¿Se ha cumplido esta esperanza? Ahora hay que aguardar y ver algún tiempo más lo que resulta en la práctica, pero en principio yo creo que no puede ponerse en duda que esta unión de caracteres y tipos (de personas, de cualidades) es indudablemente necesaria para el buen funcionamiento de las instituciones públicas. Me parece que en este punto la exageración del "celo administrativo" es tan nociva como toda exageración en general. El dirigente de una institución pública debe poseer en el más alto grado la capacidad de atraerse a la gente y unos conocimientos científicos y técnicos lo bastante sólidos como para controlar su trabajo. Esto es lo fundamental. Sin ello el trabajo no puede ir por buen camino. Por otro lado, es muy importante que sepa administrar y que tenga un digno auxiliar o auxiliares en este terreno. Es dudoso que estas dos cualidades puedan encontrarse unidas en una sola persona, y es dudoso que ello sea necesario.


Lenin
Taquigrafiado por L. F.
28.XII.22


VI

Continuación de las notas sobre el Gosplán.
29 de diciembre de 1922

Por lo visto, el Gosplán va convirtiéndose en todos los sentidos en una comisión de expertos. A la cabeza de tal institución no puede por menos de figurar una persona de gran experiencia y de amplios conocimientos científicos en el terreno de la técnica. La capacidad administrativa debe ser en el fondo una cosa secundaria. El Gosplán debe gozar de cierta independencia y autonomía desde el punto de vista del prestigio de esta institución científica, y el motivo de que así sea es uno: la honestidad de su personal y su sincero deseo de hacer que se cumpla nuestro plan de construcción económica y social.

Esta última cualidad, naturalmente, ahora sólo se puede encontrar como excepción, porque la inmensa mayoría de los hombres de ciencia, de los que como es lógico se compone el Gosplán, se hallan inevitablemente contagiados de opiniones y prejuicios burgueses. Controlar su labor en este aspecto debe ser tarea de una cuantas personas, que pueden formar la dirección del Gosplán, que deben ser comunistas y seguir de día en día, en toda la marcha del trabajo, el grado de fidelidad de los hombres de ciencia burgueses y cómo abandonan los prejuicios burgueses, así como su paso gradual al punto de vista del socialismo. Este doble trabajo, de control científico y de gestión puramente administrativa, debería ser el ideal de los dirigentes del Gosplán en nuestra República.


Lenin
Taquigrafiado por M. V.
29 de diciembre del 22

¿Es racional el dividir en tareas sueltas el trabajo que lleva a cabo el Gosplán? o al contrario, ¿no debe tenderse a formar un círculo de especialistas permanentes a quienes controle sistemáticamente la dirección del Gosplán y que puedan resolver todo el conjunto de problemas que son de incumbencia suya? Yo creo que es más racional lo último, y que se debe procurar la disminución del número de tareas sueltas temporales y urgentes.


Lenin
29 de dic. del 22
Taquigrafiado por M. V.

Continuación de las notas.
29 de dic. de 1922

(Para el apartado relativo al aumento del
número de miembros del CC)

Al mismo tiempo que se aumenta el número de los miembros del CC, deberemos, a mi modo de ver, dedicarnos también, y yo diría que principalmente, a la tarea de revisar y mejorar nuestro aparato, que no sirve para nada. Para este objeto debemos valernos de los servicios de especialistas muy calificados, y la tarea de proporcionar estos especialistas debe recaer sobre la IOC (Inspección Obrera y Campesina).

La tarea de combinar a estos especialistas de la revisión con conocimientos suficientes y a estos nuevos miembros del CC, debe ser resuelta en la práctica.

Me parece que la IOC (como resultado de su desarrollo y de nuestras perplejidades acerca de su desarrollo) ha dado en resumen lo que ahora observamos: un estado de transición de un Comisariado del Pueblo especial a una función especial de los miembros del CC; de una institución que lo revisa todo por completo a un conjunto de revisores, escasos en número, pero excelentes, que deben estar bien pagados (esto es particularmente necesario en nuestro tiempo, en que las cosas se pagan, y atendiendo a que los revisores se colocan donde mejor les pagan).

Si el número de miembros del CC es debidamente aumentado y un año tras otro se capacitan en la dirección de los asuntos públicos con la ayuda de estos especialistas altamente calificados y de los miembros de la Inspección Obrera y Campesina, prestigiosos en todos los terrenos, yo creo que daremos acertada solución a este problema que durante tanto tiempo no podíamos resolver.

En resumen: hasta 100 miembros del CC y todo lo más de 400 a 500 auxiliares suyos, miembros de la IOC, que revisen según las indicaciones de los primeros.

Lenin
29 de dic. del 22
Taquigrafiado por M. V.

Continuación de las notas.
30 de diciembre de 1922

Acerca del problema de las Nacionalidades
o sobre la "Autonomización"

Me parece que he incurrido en una grave culpa ante los obreros de Rusia por no haber intervenido con la suficiente energía y dureza en el decantado problema de la autonomización, que oficialmente se denomina, creo, problema de la unión de las repúblicas socialistas soviéticas.

Este verano, cuando el problema surgió, yo me encontraba enfermo, y luego, en el otoño, confié demasiado en mi restablecimiento y en que los plenos de octubre y diciembre me brindarían la oportunidad de intervenir en el problema. Pero no pude asistir ni al Pleno de octubre (dedicado a este problema) ni al de diciembre, por lo que no he llegado a tocarlo casi en absoluto.

He podido sólo conversar con el camarada Dzerzhinski, que ha vuelto del Cáucaso y me ha contado cómo se halla este problema en Georgia. También he podido cambiar un par de palabras con el camarada Zinoviev y expresarle mis temores sobre el particular. Lo que me ha dicho el camarada Dzerzhinski, que presidía la comisión enviada por el Comité Central para "investigar" lo relativo al incidente de Georgia, no ha podido dejarme más que con los temores más grandes. Si las cosas se pusieron de tal modo que Ordzhonikidze pudo llegar al empleo de la violencia física, según me ha manifestado el camarada Dzerzhinski, podemos imaginarnos en qué charca hemos caído. Al parecer, toda esta empresa de la "autonomización" era falsa e intempestiva en absoluto.

Se dice que era necesaria la unidad del aparato. ¿De dónde han partido estas afirmaciones? ¿No será de ese mismo aparato ruso que, como indicaba ya en uno de los anteriores números de mi diario, hemos tomado del zarismo, habiéndonos limitado a ungirlo ligeramente con el óleo soviético?

Es indudable que se debería demorar la aplicación de esta medida hasta que pudiéramos decir que respondemos de nuestro aparato como de algo propio. Pero ahora, en conciencia, debemos decir lo contrario, que nosotros llamamos nuestro a un aparato que en realidad nos es aún ajeno por completo y constituye una mezcla burguesa y zarista que no ha habido posibilidad alguna de superar en cinco años, sin ayuda de otros países y en unos momentos en que predominaban las "ocupaciones" militares y la lucha contra el hambre.

En estas condiciones es muy natural que la "libertad de separarse de la unión", con la que nosotros nos justificamos, sea un papel mojado incapaz de defender a los no rusos de la invasión del ruso genuino, chovinista, en el fondo un hombre miserable y dado a la violencia como es el típico burócrata ruso. No cabe duda que el insignificante porcentaje de obreros soviéticos y sovietizados se hundiría en este mar de inmundicia chovinista rusa como la mosca en la leche.

En defensa de esta medida se dice que han sido segregados los Comisariados del Pueblo que se relacionan directamente con la psicología de las nacionalidades, con la instrucción en las nacionalidades. Pero a este respecto nos surge una pregunta, la de si es posible segregar estos Comisariados por completo, y una segunda pregunta, la de si hemos tomado medidas con la suficiente solicitud para proteger de veras a los no rusos del esbirro genuinamente ruso. Yo creo que no las hemos tomado, aunque pudimos y debimos hacerlo.

Yo creo que en este asunto han ejercido una influencia fatal las prisas y los afanes administrativos de Stalin, así como su saña contra el decantado "social-nacionalismo". De ordinario, la saña siempre ejerce en política el peor papel.

Temo igualmente que el camarada Dzerzhinski, que ha ido al Cáucaso a investigar el asunto de los "delitos" de esos "social- nacionales", se haya distinguido en este caso también sólo por sus tendencias puramente rusas (se sabe que los no rusos rusificados siempre exageran en cuanto a sus tendencias puramente rusas), y que la imparcialidad de toda su comisión la caracterice suficientemente el "guantazo" de Ordzhonikidze. Creo que ninguna provocación, incluso ninguna ofensa puede justificar este guantazo ruso, y que el camarada Dzerzhinski es irremediablemente culpable de haber reaccionado ante ello con ligereza.

Ordzhonikidze era una autoridad para todos los demás ciudadanos del Cáucaso. Ordzhonikidze no tenía derecho a dejarse llevar por la irritación a la que él y Dzerzhinski se remiten. Al contrario, Ordzhonikidze estaba obligado a comportarse con un comedimiento que no se puede pedir a ningún ciudadano ordinario, tanto más si éste es acusado de un delito "político". Y la realidad es que los social-nacionales eran ciudadanos acusados de un delito político, y todo el ambiente en que se produjo esta acusación sólo así podía calificarlo.

A este respecto se plantea ya un importante problema de principio: cómo comprender el internacionalismo.

Lenin
30.XII.22
Taquigrafiado por M. V.

Continuación de las notas.
31 de diciembre de 1922

Acerca del problema de las Nacionalidades
o sobre la "Autonomización"


(Continuación)

En mis obras acerca del problema nacional he escrito ya que el planteamiento abstracto del problema del nacionalismo en general no sirve para nada. Es necesario distinguir entre el nacionalismo de la nación opresora y el nacionalismo de la nación oprimida, entre el nacionalismo de la nación grande y el nacionalismo de la nación pequeña.

Con relación al segundo nacionalismo, nosotros, los integrantes de una nación grande, casi siempre somos culpables en el terreno práctico histórico de infinitos actos de violencia; e incluso más todavía: sin darnos cuenta, cometemos infinito número de actos de violencia y ofensas. No tengo más que evocar mis recuerdos de cómo en las regiones del Volga tratan despectivamente a los no rusos, de cómo la única manera de llamar a los polacos es "poliáchishka", de que para burlarse de los tártaros siempre los llaman "príncipes", al ucraniano lo llaman "jojol", y al georgiano y a los demás naturales del Cáucaso los llaman "hombres del Cápcaso".

Por eso, el internacionalismo por parte de la nación opresora, o de la llamada nación "grande" (aunque sólo sea grande por sus violencias, sólo sea grande como lo es un esbirro) no debe reducirse a observar la igualdad formal de las naciones, sino también a observar una desigualdad que de parte de la nación opresora, de la nación grande, compense la desigualdad que prácticamente se produce en la vida. Quien no haya comprendido esto, no ha comprendido la posición verdaderamente proletaria frente al problema nacional; en el fondo sigue manteniendo el punto de vista pequeñoburgués, y por ello no puede por menos de deslizarse a cada instante al punto de vista burgués.

¿Qué es importante para el proletario? Para el proletario es no sólo importante, sino una necesidad esencial, gozar, en la lucha proletaria de clase, del máximo de confianza por parte de los componentes de otras nacionalidades. ¿Qué hace falta para eso? Para eso hace falta algo más que la igualdad formal. Para eso hace falta compensar de una manera o de otra, con su trato o con sus concesiones a las otras nacionalidades, la desconfianza, el recelo, las ofensas que en el pasado histórico les produjo el gobierno de la nación dominante.

Creo que no hacen falta más explicaciones ni entrar en más detalles tratándose de bolcheviques, de comunistas. Y creo que en este caso, con relación a la nación georgiana, tenemos un ejemplo típico de cómo la actitud verdaderamente proletaria exige de nuestra parte extremada cautela, delicadeza y transigencia. El georgiano que desdeña este aspecto del problema, que lanza desdeñosamente acusaciones de "social-nacionalismo" (cuando él mismo es no sólo un "social-nacional" auténtico y verdadero, sino un basto esbirro ruso), ese georgiano lastima, en esencia, los intereses de la solidaridad proletaria de clase, porque nada retarda tanto el desarrollo y la consolidación de esta solidaridad como la injusticia en el terreno nacional, y para nada son tan sensibles los "ofendidos" componentes de una nacionalidad como para el sentimiento de la igualdad y el menoscabo de esa igualdad por sus camaradas proletarios, aunque lo hagan por negligencia, aunque la cosa parezca una broma. Por eso, en este caso, es preferible exagerar en cuanto a las concesiones y a la suavidad para con las minorías nacionales, que pecar por defecto. Por eso, en este caso, el interés vital de la solidaridad proletaria, y por consiguiente de la lucha proletaria de clase, requiere que jamás miremos formalmente el problema nacional, sino que siempre tomemos en consideración la diferencia obligatoria en la actitud del proletario de la nación oprimida (o pequeña) hacia la nación opresora (o grande).

Lenin
Taquigrafiado por M. V.
31.XII.22

Continuación de las notas.
31 de diciembre de 1922

¿Qué medidas prácticas se deben tomar en esta situación?

Primera, hay que mantener y fortalecer la unión de las repúblicas socialistas; sobre esto no puede haber duda. Lo necesitamos nosotros lo mismo que lo necesita el proletariado comunista mundial para luchar contra la burguesía mundial y para defenderse de sus intrigas.

Segunda, hay que mantener la unión de las repúblicas socialistas en cuanto al aparato diplomático, que, dicho sea de paso, es una excepción en el conjunto de nuestro aparato estatal. No hemos dejado entrar en él ni a una sola persona de cierta influencia procedente del viejo aparato zarista. Todo él, considerando los cargos de alguna importancia, se compone de comunistas. Por eso, este aparato se ha ganado ya (podemos decirlo rotundamente) el título de aparato comunista probado, limpio, en grado incomparablemente mayor, de los elementos del viejo aparato zarista, burgués y pequeñoburgués, a que nos vemos obligados a recurrir en los otros Comisariados del Pueblo.

Tercera, hay que castigar ejemplarmente al camarada Ordzhonikidze (digo esto con gran sentimiento, porque somos amigos y trabajé con él en el extranjero, en la emigración), y también terminar de revisar o revisar nuevamente todos los materiales de la comisión de Dzerzhinski, con objeto de corregir el cúmulo de errores y de juicios parciales que indudablemente hay allí. La responsabilidad política de toda esta campaña de verdadero nacionalismo ruso debe hacerse recaer, claro, sobre Stalin y Dzerzhinski.

Cuarta, hay que implantar las normas más severas acerca del empleo del idioma nacional en las repúblicas de otras nacionalidades que forman parte de nuestra Unión, y comprobar su cumplimiento con particular celo. No hay duda que, con el pretexto de unidad del servicio ferroviario, con el pretexto de la unidad fiscal, etc., tal como ahora es nuestro aparato, se deslizará un sinnúmero de abusos de carácter ruso puro. Para combatir esos abusos se necesita un especial espíritu de inventiva, sin hablar ya de la particular sinceridad de quienes se encarguen de hacerlo. Hará falta un código detallado, que sólo tendrá alguna perfección en caso de que lo redacten personas de la nacionalidad en cuestión y que vivan en su república. A este respecto, de ninguna manera debemos afirmarnos de antemano en la idea de que, como resultado de todo este trabajo, no haya que volver atrás en el siguiente Congreso de los Soviets, es decir, de que no haya que mantener la unión de las repúblicas socialistas soviéticas sólo en sentido militar y diplomático, y en todos los demás aspectos restablecer la autonomía completa de los distintos Comisariados del Pueblo.

Debe tenerse presente que el fraccionamiento de los Comisariados del Pueblo y la falta de concordancia de su labor con respecto a Moscú y los otros centros, pueden ser paralizados suficientemente por la autoridad del Partido, si ésta se emplea con la necesaria discreción e imparcialidad; el daño que pueda sufrir nuestro Estado por la falta de aparatos nacionales unificados con el aparato ruso es incalculablemente, infinitamente menor que el daño que representaría no sólo para nosotros, sino para todo el movimiento internacional, para los cientos de millones de seres de Asia, que debe avanzar al primer plano de la historia en un próximo futuro, después de nosotros. Sería un oportunismo imperdonable si en vísperas de esta acción del Oriente, y al principio de su despertar, quebrantásemos nuestro prestigio en él aunque sólo fuese con la más pequeña aspereza e injusticia con respecto a nuestras propias nacionalidades no rusas. Una cosa es la necesidad de agruparse contra los imperialistas de Occidente, que defienden el mundo capitalista. En este caso no puede haber dudas, y huelga decir que apruebo incondicionalmente estas medidas. Otra cosa es cuando nosotros mismos caemos, aunque sea en pequeñeces, en actitudes imperialistas hacia nacionalidades oprimidas, quebrantando con ello por completo toda nuestra sinceridad de principios, toda la defensa que, con arreglo a los principios, hacemos de la lucha contra el imperialismo. Y el mañana de la historia universal será el día en que se despierten definitivamente los pueblos oprimidos por el imperialismo, que ya han abierto los ojos, y en que empiece la larga y dura batalla final por su emancipación.

Lenin
31.XII.22
Taquigrafiado por M. V.

Hace un año empezaba la masacre en Gaza


Día 27 de Diciembre de 2008, las fuerzas armadas israelitas iniciaron una ofensiva militar a gran escala contra la Franja de Gaza.

Esta iniciativa de Israel fue la consecuencia de su política para este territorio palestino tras la elección del Hamas en 2006. La primera iniciativa fue a promover un golpe, con el apoyo de Abbás y Al Fatah, con el objetivo de alejar el Hamas del gobierno del territorio de Gaza. Este intento de golpe fue derrotada por la movilización de las masas, que impulsó a Hamas a expulsar del territorio al aparato militar de Abbás y la policía de Al Fatah, consiguiendo así independizar una parte del territorio del poder de Israel.

Como referíamos en la Declaración de la LIT-CI de 29 de Diciembre de 2008: "Esta situación era totalmente intolerable para un estado como Israel, que comenzó una acción combinada de ataques militares, primero para destruir su infraestructura de generación de electricidad y suministro de agua y luego con bombardeos directos sobre la población civil, y un cerrado bloqueo para impedir el ingreso de alimentos, medicamentos y combustibles. Había que derrotar la cualquier costo la resistencia del pueblo de Gaza y obligarlo a rendirse." Al volver inviable la Franja de Gaza como territorio autónmo, el bloqueo es el segundo intento de Israel de reanudar el control sobre Gaza, y tiene como objetivo ir transformando a la Franja de Gaza en un guetto aislado e inviable para vivir.

La invasión israelita de 27 de Diciembre de 2008 fue, así, la continuación por la vía de una ofensiva militar de gran escala con el objetivo de derrotar a la población palestina de la Franja de Gaza y conseguir restablecer el dominio de Israel sobre ese territorio.

La resistencia palestina y la movilización internacional obligaron a la retirada del ejército israelí y al fin de la masacre en Gaza

Como refiere el Editorial del Peacereporter "Se trató de la intervención militar más dura desde las guerras del 48 y el 67 en los territorios ocupados. Durante 22 días de asedio murieron 1.400 palestinos. Entre ellos, 300 niños y 115 mujeres. En la incursión murieron 13 soldados israelíes. 4.000 casas fueron destruidas o dañadas. Cincuenta mil palestinos quedaron sin techo y entre el 35 y el 60 por ciento de las actividades económicas de Gaza sufrió daños irreversibles." (fuente: rebelion.org).

Estos dados muestran claramente que lo que existió en Gaza entre 27 de Diciembre y 18 de Enero de 2008 fue una masacre: la naturaleza de los blancos y la destrucción causada muestran claramente que los ataques habían traspasado el simple intento de aniquilar la capacidad militar de las fuerzas de resistencia palestina. Tanto el imperialismo de EE UU como el imperialismo europeo fueron cómplices de esta masacre, manteniendo el respaldo al Estado de Israel.

Sin embargo, y a pesar de la inmensa superioridad militar de Israel, las tropas israelíes fueron obligadas a retirarse sin haber alcanzado su objetivo: derrotar a la resistencia y reanudar el control de los territorios de Gaza.

Aunque los medios de comunicación social quisiesen pasar la imagen de que Israel había cumplido la misión que se había propuesto - acabar con los misiles palestinos que bombardeaban Israel - el ejercito israelí sale derrotado porque, a pesar de las barbaridades cometidas, la resistencia de los palestinos impidió que el ejército israelita consiguiese controlar el territorio, a la vez que las movilizaciones internacionales y la cercanía de la toma de posesión de Obama (que no podía empezar el mandato apoyando la caída de bombas sobre civiles en Palestina) presionaron a la retirada de Israel de Gaza.

El bloqueo a Gaza continúa e Israel impide la entrada de bienes esenciales a los territorios

Habiendo sido derrotado en su ofensiva militar de gran escala, Israel continuó, mientras tanto, con la política del bloqueo. A pesar de haber terminado la invasión de Gaza, este territorio continúa siendo un gueto, bloqueado por Israel, donde la población sobrevive en pésimas condiciones humanitarias.\

Basta decir que hoy 1/3 de la población de Gaza vive en campos de concentración y que tener un empleo es ya de por sí un privilegio, una vez que según los datos oficiales hay cerca de 60-70% de paro. Este crecimiento del paro fue una de las consecuencias del bloqueo, a partir de la cual Israel está reforzando su política de apartheid, empleando cada vez menos trabajadores palestinos: recordemos que muchos de los trabajadores de Gaza, antes del inicio de las restricciones de movimiento para entrar y salir de la Franja de Gaza, trabajaban durante el día en Israel, habiendo quedado desempleados cuando comenzó el bloqueo, a partir del cual casi sólo diplomáticos y algunos periodistas pueden pasar la frontera con Israel (checkpoint de Erez).

Como parte de la política de convertir a Gaza en un Gueto, Israel no sólo impide la circulación de personas sino también de bienes esenciales, como alimentos, medicamentos y materiales de construcción (que podrían permitir reconstruir casas e infraestructuras esenciales), lo que es en especial alarmante teniendo en cuenta que, debido a la destrucción constante de las infraestructuras del país; en relación a la alimentación, las estadísticas oficiales dicen que 80% de la población es dependiente de la ayuda del exterior, que además de ser cuantitativamente insuficiente, no cubre las necesidades de nutrición de la población más joven.

Tanto los EE UU como Europa, continúan respaldando la política de Israel para la Franja de Gaza y los territorio palestinos por regla general, siendo por lo tanto cómplices directos de la política de genocidio en curso y por la situación de barbarie en que viven miles de palestinos hoy.

¡Apoyo a la marcha que busca entrar en Gaza y que está siendo impedida por el gobierno Egipcio!

La masacre Gaza hace un año atrás y la continuación del bloqueo genocida de Israel a la Franja de Gaza, hizo aumentar el desgaste de la imagen de Israel a nivel internacional, volviendose común empezar a asociar a Israel al nazismo y comparando Gaza al Gueto de Varsovia. Es en ese sentido que está creciendo la Campaña por el Boicot a Israel (Boycott, Divestment and Sanctions-BDS en inglés) y que existan varias delegaciones organizadas que buscan entrar en Gaza para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino y muchas veces también para llevar ayuda humanitaria.

Es en este contexto que, al hacer un año que se puso en marcha la masacre de Gaza, un grupo varios centenares de personas de más de 20 países, se organizaron para formar uno convoy internacional - Gaza Freedom March - con el objetivo de romper el cerco y participar en una manifestación pacifica dentro de Gaza junto con los palestinos el día 31 de Diciembre. Además de la solidaridad con el pueblo palestino, este convoy internacional - con el lema "Levantamiento del Cerco a Gaza" - lleva también bienes de ayuda, como equipamientos médicos especializados y leche en polvo para bebés.

Este convoy internacional fue prohibido, por el Presidente Hosni Mubarak, primero de entrar en Egipto, donde se dirigía con la intención de poder entrar en Gaza a través de la frontera de Rafah con Egipto. En este momento, las informaciones de que disponemos son que la marcha ya consiguió entrar en Egipto pero que el Presidente egipcio está impidiendo que los activistas de diversos países puedan ir para Rafah, deteniendo los transportes que se desplazan a esta frontera y reprimiendo las manifestaciones que se están realizando en Egipto de solidaridad con los 1400 palestinos que murieron hace un año atrás en el ataque de Israel la Gaza. Afirmamos nuestro total apoyo al intento de esta marcha romper el bloqueo a Gaza y protestamos contra la servilismo y connivencia del Presidente egipcio con la política del estado de Israel, que impide que este convoy internacional entre en Gaza a través de Egipto, y reprime a aquellos que se solidarizan con los palestinos.

Hay que acabar con el Estado de Israel

Un año después del inicio de la masacre en Gaza, continúan hasta hoy las muertes de palestinos causados por los bombardeos "selectivos" israelitas, a la vez que el bloqueo de alimentos, combustible y medicamentos están matando lentamente a la población de Gaza. El Estado de Israel es un estado racista, que tal como el nazismo o el apartheid en Sudáfrica, tienen por objetivo expulsar a la población de su legítimo territorio por ser árabes musulmanes, ya que los sionistas consideran a los judíos una raza distinta y superior. Por ello, falló y continuará fallando cualquier solución de dos Estados, pues, como venimos afirmando, mientras continúe existiendo el Estado de Israel, este sólo podrá sobrevivir, sembrando la muerte y el terror a su alrededor.

Por ello, un año después, reafirmamos lo que decíamos en la Declaración de la LIT-CI el 23 de Enero de 2009: "la LIT (CI) llama a continuar la movilización internacional hasta la retirada completa de las tropas de toda la franja de Gaza, el fin de los ataques aéreos, el levantamiento total del bloqueo y la apertura de los puestos fronterizos. (.) Los ghetos y los bantustanes de ayer son los territorios palestinos de hoy, de los que no pueden salir ni recibir ayudas, y que tienen no solo el objetivo de la segregación por raza y religión, sino además el de facilitar los bombardeos para masacrar sin que afecte a la población judía. Por ello es necesario que se mantenga una campaña permanente por la destrucción del Estado de Israel. El boicot internacional que se consiguió imponer al gobierno del Apartheid en Sudáfrica fue determinante para que las masas negras pudieran tumbar ese régimen. Ahora tenemos que seguir exigiendo a los gobiernos de todo el mundo la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el régimen nazi sionista de Israel."

ü ¡FIN DEL BLOQUEO A GAZA!

ü ¡ABAJO EL ESTADO DE ISRAEL!

ü ¡VIVA LA RESISTENCIA DEL PUEBLO PALESTINO!

ü ¡RUPTURA DE LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS Y COMERCIALES CON EL RÉGIMEN NAZI SIONISTA DE ISRAEL!

Liga Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional

Murió Daniel Bensaïd por www.litci.org


El pasado día 12 de enero de 2010, en París, murió Daniel Bensaïd. Nacido el 25 de marzo de 1946, en Toulouse, Bensaïd fue un destacado militante y dirigente político. Su militancia se inició en el movimiento estudiantil, a finales de los años 60, cuando estudiaba en la Universidad de París (Nanterre). Ahí fue uno de los principales activistas que emergió de las fuertes luchas de Mayo de 68.

Bensaïd comenzó a militar en la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR) y se destacó durante las luchas de Mayo de 68 como uno de los jóvenes más brillantes entre los varios centenares de militantes que, durante aquel periodo, adhirieron al trotskismo, en Francia, haciendo que la sección francesa de la IV Internacional tuviese un salto importante en su crecimiento y se volviese una referencia en el país y en la vanguardia a nivel internacional.

Bensaïd fue también parte de una generación de jóvenes y antiguos militantes trotskistas europeos que, impactados con las luchas latinoamericanas y, en especial, con las acciones espectaculares de los grupos guerrilleros, intentaron transformar una táctica -la guerrilla- en una estrategia, habiendo, por ello, capitulado, durante largos años, a la política de estos grupos guerrilleros. Los debates sobre este tema fueron una de las polémicas más importantes que mantuvimos, durante ese periodo, con la corriente interna en la que se organizaba Bensaid, en el marco de la IV Internacional.

En 1969, la [JCR] se unificó con el Partido Comunista Internacionalista (PCI) y surgió la Liga Comunista, en la que Bensaïd integra el Bureau Político, y que, posteriormente, se volverá la Liga Comunista Revolucionaria (LCR).

Daniel Bensaïd no fue sólo uno de los dirigentes más destacados de la sección francesa de la IV Internacional. Teniendo en cuenta sus capacidades y el lugar que ocupaba en una de las principales secciones de la IV, Bensaïd se transformó también en un importante dirigente de la IV Internacional, habiendo escrito varios textos de elaboración sobre diversos temas, y siendo, durante varios años, responsable por la atención a América Latina.

Más recientemente, Bensaïd fue un importante impulsor del giro del Secretariado Unificado de la IV Internacional (conocido en el movimiento trotsquista como "el SU") para la construcción de partidos anticapitalistas. Ha sido fundador del NPA (Nouveau Partí Anticapitaliste), en Francia, y uno de los dirigentes del SU que más escribió y teorizó sobre la construcción de este tipo de partidos como un proyecto estratégico.

En sus tareas políticas, Bensaïd era un dirigente inteligente, un orador envolvente y determinado que no tenía miedo de enfrentar una platea que discordase de sus opiniones, utilizando sus argumentos para intentar ganar a los oyentes para sus ideas.

Históricamente, la corriente que hoy se organiza en la LIT-CI tuvo varias polémicas sobre políticas y sobre estrategia revolucionaria con Bensaïd y su corriente dentro de la IV Internacional (el [SU). A pesar de estas diferencias, mantuvimos, durante largos años, el proyecto en común de la necesidad de la revolución socialista y la construcción de partidos revolucionarios para la toma del poder por la clase trabajadora a nivel mundial.

En las últimas décadas, sin embargo, nuestras diferencias con Bensaïd y la corriente que dirigía dieron un salto cualitativo. Esa corriente abandonó la politica de construir partidos revolucionarios, a nivel nacional e internacional (tal como la mayoría de la antigua izquierda revolucionaría, e incluso del trotsquismo), y pasó a defender la construcción de partidos de otro tipo (los llamados partidos anticapitalistas).

En estos partidos, se unen revolucionarios y "reformistas honestas", bajo un programa donde está ausente la lucha revolucionaria por el derrocamiento del capitalismo: sería suficiente, sólo a través de reformas, combatir los aspectos más bárbaros y salvajes del capitalismo. Así, abandonaron la perspectiva revolucionaria de la toma del poder por la clase trabajadora. Es decir, el proyecto que originó la fundación de la IV Internacional. Por eso, contra las posiciones de Bensaïd y del SU, hemos trabado batallas políticas sobre el proyecto estratégico que hoy es necesario para acabar con el capitalismo.

A pesar de estas diferencias políticas estratégicas, podemos decir que Bensaïd no se corrompió metodológicamente, a diferencia de otros dirigentes que al abandonar políticamente la estrategia revolucionaria, cayeron en un degeneración moral, y recurrían a la calumnias, robos, machismo, etc., como instrumentos "políticos".

Por la firmeza y honestidad con que Bensaid defendió sus ideas, él se transformó en un militante y dirigente político que supo ganar el respeto de quien compartía sus ideas, pero también de aquellos que, como nosotros, siempre las combatimos.