jueves, 23 de septiembre de 2010

iRAN: Liberan bajo fianza a una militante de derechos humanos iraní

La bloggera Shiva Nazar Ahari dejó la prisión y esperará su condena en libertad. Se la acusa de "enemistarse con Dios", "perturbar el orden público" y desarrollar "propaganda en contra del gobierno".
Esperará su condena en libertad. Tras pagar una fianza de 500 dólares, la bloggera iraní Shiva Nazar Ahari salió de la sección 209 de la prisión de Evin, en el norte de Teherán, donde estuvo confinada durante 266 días.
Shiva pudo reencontrarse con los suyos y respirar un poco en paz, aunque aún tiene que enfrentar el veredicto del juicio que se lleva en su contra y cuya sentencia sigue siendo un misterio. Así lo informó el Comité de Periodistas de Derechos Humanos, al que pertenece la bloggera y del que fue su vocera hasta ser detenida, el 20 de diciembre de 2009.
A Shiva se la acusa de "enemistarse con Dios" por haber publicado una serie de artículos en defensa de los derechos humanos y los prisioneros políticos en Irán. Además, contra ella pesan los cargos de "propaganda en contra del régimen", "perturbar el orden público" y "reunión y colusión para cometer un delito".
La joven, de 26 años, fue detenida junto a un grupo de mujeres que viajaban hacia el entierro del gran ayatollah Hossein Ali Montazeri, un defensor de los derechos humanos, en especial de los de ellas, en Irán. El religioso, que había participado de la revolución islámica de 1979, era un férreo defensor de las protestas pro-justicia e igualdad.
Cuando se supo que podía ser condenada a muerte por sus artículos, hubo protestas en todo el mundo y la organización Reporteros Sin Fronteras lanzó una campaña para que fuese liberada.
Al parecer, la presión internacional -que se sumó a la del caso de la iraní Sakineh Ashtiani, quien bajo el cargo de adulterio enfrentaba una condena a morir lapidada que ha ido suspendida- ayudó a la liberación de Shiva.
Si se la condena, esta periodista tiene dos caminos por delante: una larga estadía en la cárcel o hasta la misma pena de muerte. El tribunal que la juzga desde el 4 de septiembre - tiene el poder discrecional para decidir si su "ofensa" es tan grave como para ser considerada un acto de "enemistad contra Dios" y eso, en su país, se paga con la vida.
Shiva, que en persa quiere decir "expresiva", tuvo la osadía de denunciar detenciones ilegales y torturas cometidas por el gobierno de Teherán. La joven, que apenas se cubre el pelo con el velo islámico en público, conoce la cárcel desde los 18. En setiembre de 2002 la detuvieron por primera vez por anotarse en el comité estudiantil de defensa de los presos políticos. La detención se produjo cuando Shiva curioseaba en las librerías cercanas a la Universidad de Teherán cuando un grupo de policías la detuvo. Estuvo presa durante 23 días.
Dos años más tarde, luego de convertirse en una de las fundadoras del Comité de Periodistas de Derechos Humanos (CHRR, sus siglas en inglés) en su país, el nombre de Shiva volvió a los oídos de las autoridades iraníes. Sus artículos, escritos en el blog de la entidad, empezaron a molestar.
Shiva volvió a caer el 27 de mayo de 2004. Fue detenida junto a otros estudiantes que organizaban una marcha para conmemorar el quinto aniversario del levantamiento estudiantil del 9 de julio 1999. Poco después fue liberada, pero regresó a la cárcel precisamente el 9 de julio.
El 22 de agosto, tras recuperar su libertad por poco tiempo, Shiva se presentó junto a un grupo de estudiantes del Comité Universitario por la Defensa de los Prisioneros Políticos frente a la sede la Naciones Unidas en Teherán. Le exigían que intervinieran en su favor. Los agentes de seguridad la detuvieron junto a otros cinco activistas. Incluso, su madre, Shahrzad Kariman, que participaba de la protesta, fue arrestada. La liberaron una semana después, mientras su hija seguía detenida en la sección 209 de la prisión de Evin. Una sección que controla el Ministerio de Inteligencia.
La Prisión de Evin, en Teherán, es conocida como la "Universidad de Evin" por la cantidad de intelectuales y presos políticos que aloja. Mientras estuvo presa, Shiva escribió una carta pública protestando por su detención. Estuvo allí 20 días.
A pesar de las entradas y salidas a la cárcel, el espíritu de Shiva no decayço y el 7 de diciembre, mientras participaba de una marcha en memoria del 52 aniversario del asesinato de tres estudiantes, volvió a ser detenida. Esta vez, la llevaron a juicio y fue condenada a un año de prisión en suspenso.
Advertida por sus abogados, Shiva pasó los meses siguientes un poco más recluida. Hasta que el 12 de junio de 2006, mientras juntaban firmas para una campaña, Shiva fue atacada brutalmente por agentes se seguridad. La golpiza salió en vivo por radio. Cuando se recuperó, Shiva siguió escribiendo, reclamando que se respeten los derechos humanos en su país y protestando si había que hacerlo.
El año pasado, el 14 de junio, dos días después de las elecciones que mantuvieron en el poder a Mahmoud Ahmadinejad, agentes del Ministerio de Inteligencia, entraron en su trabajo y la detuvieron sin mayores excusas. La sección 209 de Evin fue una vez más su "hogar" durante 33 días. La aislaron y le impidieron comunicarse con su familia, violando las leyes iraníes que establecen que los presos tienen derecho a ver sus seres queridos una vez al mes y a hablar con ellos todos los días. La Justicia le impuso una fianza imposible de pagar. Su madre protestó y la redujeron a menos de la mitad y Shiva pudo salir el 23 de septiembre.
En esta última estadía conoció a una mujer, Atefeh Nabavi, que fue violada, torturada y pasó 97 días en asilamiento. Al salir, Shiva contó su caso y lanzó una campaña para liberarla. Las autoridades no lograban acallarla.
El 20 de diciembre de 2009, mientras se dirigía al funeral del gran ayatollah Hossein Ali Montazeri, Shiva cayó por última vez y permaneció detenida desde entonces.
Shiva resistió en aislamiento hasta el 14 de febrero de 2010. Estuvo en huelga de hambre, protestó y siguió peleando desde la cárcel. Recién el 24 de marzo le dejaron ver a sus padres. En una carta a su hija, Mohammad Nazar Ahari, le escribió: "Años atrás, 1979, fue el año en que la desesperanza se transformó en esperanza. Salimos a las calles y fue épico. Mi querida Shiva, en nuestros pensamientos, la detención de activistas políticos no estaba entre las promesas de la Revolución".

FUENTE: http://www.elcorresponsal.com/modules.php?name=News&file=article&sid=5755

No hay comentarios:

Publicar un comentario