domingo, 31 de enero de 2010

Haití: ante el asesinato del compañero Jean Anil Louis-Juste FRANK SEGUY

Martes, 13 de enero de 2010. Alrededor de 17 horas, un terremoto anunciado desde hace años, incluso en su suya de magnitud (7,2 de la escala Richter), barre las regiones oeste y sudeste de Haití. Se habla de hasta 200.000 muertos. Dos horas antes, otro terremoto político arrasa la izquierda haitiana, especialmente en la Universidad. Jean Anil Louis-Juste, profesor conocido por su compromiso con las luchas populares fue cruelmente asesinado. Igual que los científicos habían identificado las señales de un inminente terremoto sobre Haití, habían sido anunciados, hace meses, numerosas señales del "terremoto" que arrasó la vida del camarada Janil.


Todo el mundo tiene en la memoria las luchas de junio-agosto de 2009 alrededor del reajuste del salario mínimo. Y se recuerda ciertamente como Janil fue acusado de haber sido el "diablo" que se "apoderó" de las mentes de los estudiantes y los llevó a entender que el sueldo de un obrero no puede ser 125 gourdes (o poco más de 3 dólares". Hasta se le echaba la culpa de haber escrito sobre un vidrio, diseñado por un sabio arquitecto, en el edificio de la Fokal (la mayor ONG de la Internacional Comunitaria y de la "solidaridad de espectáculo" en Haití)l. Se recuerdan no solamente los esfuerzos del gobierno en echarle la culpa de las demandas de reajustar el sueldo de los obreros, sino, sobre todo, los ataques de la primera ministra, que llegó incluso a presionar a la rectoría para que los despidiera.

Janil, como siempre, permanece como una voz emblemática de las luchas por la humanización de la vida en Haití. Y se sabía que la burguesía nunca consiguió dormir tranquila mientras él estviera vivo. Nunca le gustó su capacidad contundente e innovadora cuando creó la expresión de "grandon-burgueses" para designar la especificidad de esta burguesía latifundista.


Su trayectoria

Haití comenzó a conocer a Janil cuando era estudiante de la Facultad de Agronomía y de Medicina Veterinaria (FAMV) de la Université d'état d'Haiti. Lideró una huelga en esa misma facultad contra el dictador Baby Doc mientras éste se preparaba a enviar al exilio a un grupo de periodistas progresistas y militantes de derechos humanos, en noviembre de 1980. Desde esta fecha hasta su asesinato, Janil nunca renunció a su compromiso con las clases populares. Soldados de la Minustah andaban con su nombre de él entre junio y septiembre de 2009; en varías ocasiones intentaron invadir las Facultades de Ciencias Humanas (FASCH) y de Etnología (FE), donde él enseñaba, para llevarlo. Sólo quien no lo conocía podía creer que tales intimidaciones pudiesen silenciarlo.


En su corta carrera de agrónomo, Janil trabajó al lado de los campesinos de Papaye, Platosantral, donde se hizo conocido por su posición radical contra la utilización del "desarrollo comunitario" como "bandera técnica" para despolitizar al campesinado y desviar sus energías en el sentido contrarío a sus reivindicaciones históricas. Esa radicalidad casi le costó la vida cuando ocurrió el golpe de Estado de 1991. Se libró por poco de los matones que fueron buscarlo a Papaye, el propio el día 30 de septiembre de 1991: ya estaba de vuelta en la capital.


De su experiencia en Papaye nació el libro " Sociologie de l'animation de Papaye", que escribió para recibir su licenciatura en Servicio Social en la FASCH, donde dedicó toda su vida de militante sin por ello dejar de caminar al lado del campesinado y de las clases populares y trabajadoras, como regla general.


No se puede encontrar un solo momento en sus 52 años de vida en el que no estuviese luchando contra la "industria de la deshumanización" llamada "humanitaria". Su tesis de doctorado, "La Internacional Comunitaria: ONGS llamadas alternativas y proyecto de libre individualidad. Crítica a la 'asociación' como forma de 'solidaridad de espectáculo' en el desarrollo de comunidad en Haití", producida fuera de Haití, en el Programa de Posgrado en Servicio Social de la UFPE, representa una de las mayores herencias que dejó. En este estudio sobre la formación social haitiana, él creó el concepto de "Internacional Comunitaria" para designar a las instituciones internacionales y su complejo ideológico-político, mal llamado de "Comunidad Internacional" cuyo papel es derrotar toda lucha que tratase de basarse en la Internacional Comunista.

Para quien conoce la realidad haitiana, no debería ser difícil entender la profundidad de esta tesis. Basta saber que el nuevo nombre de Haití es "Paraíso de las ONGS" para medir el tono osado de la tesis y qué importantes son los intereses en los que toca. Las ONGS son tan poderosas en Haití que hasta la izquierda también se "onguizó" con el pretexto de formar ONGS "alternativas".

De vuelta en Haití, en 2007, Janil pasó a actuar en la construcción de la Asociación Universitaria Dessaliniana (ASID por sus siglas en lengua haitiana). Acabó convenciendo a los más escépticos de su intención de dedicar toda su vida en la lucha por la vida en Haití. La participación de la [ASID] al frente de todas las luchas sociales en el país, durante ese corto tiempo, no podía dejar a los grandons-burgueses sin reacción.


El asesinato del camarada Janil fue planeado con mucha inteligencia (si se puede llamar "inteligencia" la planificación de un acto tan vil). Dos asesinos de alquiler fueron contratados para perpetrar el crimen y hacerlo aparecer como un acto de bandidismo callejero. Apenas ocurrido el crimen, los medios que consiguieron divulgar la noticia antes del terremoto no vacilaron en intentar convencer de que se trataba de "dos ladrones que quisieron robarlo", a pesar de que esos mismos medios reconocían que Janil era el símbolo de "la objeción al orden dominante" en la universidad.


Nunca gastaremos nuestro tiempo pidiendo que la justicia burguesa sea ejercida a favor de Jean. Ya sabemos que la única justicia que podemos esperar es la nuestra. Nuestra justicia que vencerá al capital, emancipando las vidas humanas de las cadenas que dificultn su crecimiento.

La vida del compañero Janil estuvo dedicada a combatir la degradación de la vida humana provocada por el capital. Hasta su muerte ayudó a salvar vidas. Los estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas que estaban en la calle protestando contra el asesinato se salvaron del terremoto exactamente por estar en la calle en aquel momento. De esta manera, la expectativa de los grandons-burgueses de que se podía borrar la vida de Janil es un error monumental: su obra y su memoria continuarán vivas siempre, incluso más allá del tiempo en que será necesario luchar contra la deshumanización de la vida.


Compañero Janil, Presente!

Fuente:
www.litci.org

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