domingo, 12 de julio de 2009

Argentina: Derrota K y crisis en las alturas / Inmejorables condiciones para derrotar al Plan de Ajuste


La derrota del gobierno abrió una situación nueva en la que se acelera vertiginosamente la debacle del régimen, cuya primera expresión es la incapacidad del Estado (casi paralizado) para resolver la crisis sanitaria y la mayoría de las demandas insatisfechas del conjunto del pueblo argentino.

7 de cada 10 argentinos/as repudiaron electoralmente al gobierno, que perdió la mayoría en Senadores y Diputados, retrocediendo en varios de los distritos más importantes, como Capital Federal y provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza o en la propia provincia del matrimonio presidencial, Santa Cruz.

Néstor Kirchner fue obligado a renunciar a la conducción del PJ, que quedó en manos del gobernador Scioli, duramente cuestionado por la mayoría de los sectores con los cuales tendría que abrir el “diálogo”, como Reutemann, Das Neves, la mayoría de los intendentes del Gran Buenos Aires, etc.

Con la huída de Néstor y la escasa autoridad de Daniel Scioli el kirchnerismo está tratando de evitar que la crisis golpee aún más al debilísimo gobierno de Cristina y al propio régimen. Por un lado haciendo renunciar a ministros y funcionarios cuestionados como Ricardo Jaime Secretario de Transporte investigado por la justicia y por otro intentando construir un acuerdo de “gobernabilidad” que la sostenga hasta el 2011.

Tambalea la “gobernabilidad”

La mayoría de las fuerzas opositoras de la derecha y la centroizquierda (Macri, De Narvaez, Carrió, Reutemann, Cobos, Binner, Solanas…) coinciden con ese objetivo, que implica fortalecer al parlamento para promulgar las leyes que reclaman los monopolios, de manera de profundizar el actual plan de ajuste y saqueo de los recursos.

Sin embargo este pacto reaccionario no será de fácil implementación. Por un lado por la precariedad del gobierno que lo impulsa, pero asimismo por la ausencia de opositores con autoridad suficiente como para erigirse en interlocutores válidos o en líderes del recambio.

Vamos a una situación en la cual, más allá de la voluntad de sus actores, es probable que se profundicen las peleas entre los políticos patronales del oficialismo y de la oposición, ya que son muchos los que quieren ocupar el centro de un escenario que está reservado para pocos.

La profundización de estas disputas “interburguesas” abrirá nuevas puertas y oportunidades para la intensificación y extensión de la resistencia obrera y popular, que continúa en ascenso y está generando una nueva camada de luchadores, mucho más radicalizados que los de antes.

¿Giro a la derecha?

El kirchnerismo sufrió una paliza después de haber puesto al frente de sus listas al “as de espadas”, Néstor Kirchner, acompañado por la mayoría de los caciques comunales y distritales, muchos de los cuales ya se están arrepintiendo de semejante “patriada”.

El oficialismo perdió en apenas un año y medio de gobierno casi tres millones de votos (8.651.066 a 5.871.345). Pero si la caída se midiera en función del padrón nacional de electores es aún más impactante, ya que las listas oficiales obtuvieron apenas el 18% del mismo.

Luego del conflicto agropecuario, el matrimonio K perdió al conjunto de las clases medias de las ciudades y del campo. Ahora comenzaron a quedarse sin el apoyo de los sectores del movimiento obrero que simpatizaban con su gestión, principalmente en los cordones industriales del Gran Buenos Aires.

Esta situación fue capitalizada electoralmente por algunos políticos y partidos de derecha, aunque no significa un giro popular hacia esas posiciones; ya que millones se aprovecharon de estos para castigar al gobierno, pero sin comprometerse más allá del voto “castigo”, como lo demuestra de alguna manera la gran fragmentación de la derecha, donde nadie sobresale sobre el resto ni cosecha grandes simpatías.

Las elecciones aplastaron al kirchnerismo, sin instalar a nadie en condiciones de unificar a los de arriba y abrir expectativas en lo de abajo, una situación más que precaria que profundiza la crisis política abierta durante la rebelión agraria.
A todo esto se le ha agregado otro elemento desestabilizador, la crisis sanitaria causada por el avance de la pandemia de gripe A.

La desidia y manipulación de la cifras de enfermos y muertos salió a la luz, empujando a la lucha a los trabajadores y al pueblo, muchos de los cuales ya están ganando las calles para reclamar que el estado se haga cargo de su salud.

Grandes oportunidades para derrotar al ajuste

El único político que despertó interés en el pueblo fue Pino Solanas, que no se presentó con un discurso de derecha, sino proponiendo la nacionalización de los recursos y la pelea por la recuperación de la soberanía. En ese sentido, es destacable que los votos del Proyecto Sur de Pino sumados a los obtenidos por la izquierda revolucionaria, suman más de 1.000.000.

Ese millón expresa -distorsionadamente- la verdadera tendencia de la realidad, que no se dirige ni hacia un proceso de calma o equilibrio entre las clases ni de retroceso de la resistencia obrera y popular, sino todo lo contrario.

La derrota del gobierno, la falta de alternativa, el ascenso de las luchas y la actual crisis producida por la emergencia sanitaria planten una situación favorable para el desenlace de los próximos enfrentamientos entre los trabajadores y el pueblo por un lado y los patrones y su gobierno por el otro, por lo tanto para construir la dirección que hace falta para pelear por una salida de fondo.

Cristina venía sosteniendo la situación con la postergación de pagos, el saqueo del Anses y las transferencias del Banco Central. Después del circo electoral tendrá que pagar los costos de fiesta con la única receta que conocen los gobiernos patronales: rebajando los sueldos, aplicando tarifazos y profundizando el saqueo y la superexplotación.

La concreción de estos planes no les resultará fácil. Es que a su extrema debilidad se le debe agregar el hecho más importante: los obreros y el pueblo argentino están decididos a no entregar el terreno conquistado durante los años de veranito kirchnerista, como tampoco a morir por causa de la gripe A y por otras enfermedades evitables.

La reacción de los docentes de General Sarmiento, que realizaron una asamblea de 700 y después tomaron las instalaciones del Consejo Escolar, obligando a las autoridades a finalizar las clases va de la mano de otros importantes signos de rebeldía ocurridos en distintos lugares.

Las asambleas que ocurrieron en los hospitales Tornú y Piñeyro o la marcha en La Plata de docentes, estatales y estudiantes reclamando barbijos y alcohol son ejemplos de lucha dentro de un contexto en el que crece la movilización al servicio de resolver las necesidades básicas insatisfechas, entre ellas el derecho elemental a la salud.

Los trabajadores y el pueblo deben tomar en sus manos la defensa de la salud que les niega el estado, exigiéndole al gobierno que provea los insumos, camas, respiradores, médicos y remedios necesarios para derrotar a la gripe, pero controlándolos, construyendo en cada hospital, escuela, fábrica, escuela o universidad los Comités de Crisis que se encarguen de organizar la lucha por la defensa de la vida de millones de argentinos.

UN RELATO QUE PRUEBA EL NEXO ENTRE PROSTITUCIÓN Y LAS NUMEROSAS DESAPARICIONES DE MUJERES JÓVENES

Involuntaria visita al infierno que nadie quiere ver

Una adolescente estuvo dos meses encerrada en la habitación de un prostíbulo en San Francisco y logró escapar. No hay repercusiones oficiales

Una tarde, a principios de mayo, Cecilia no volvió a su casa, en el barrio San Lorenzo, en Santa Fe. “Estaba enojada”, contaría luego Mariana Godoy, su mamá, luego de dos meses inciertos. Llegó hasta la ruta 19 y unas mujeres que pasaban en un auto bordó la levantaron. La alojaron en una casa contigua a un prostíbulo de las afueras de San Francisco, Córdoba, donde estuvo retenida y de donde pudo escapar con la ayuda de una de las jóvenes que trabaja allí. Su mamá la rescató el domingo pasado y ahora cuenta de a retazos el lado feo del mundo que conoció ahí afuera. Una semana después, ni la Policía ni la Justicia tomaron el caso.

Cecilia Castro suma la vergüenza propia de sus 17 años con el silencio huidizo que le deja una experiencia sórdida. Conoció por la fuerza un lado miserable de la condición humana, y ahora Mariana indaga con esfuerzo esos ojos negros, inundados, la voz rota y los músculos crispados con rabia ante el llanto que desborda. La angustia la pone lejos de relacionar su calvario con el del personaje de Soledad Silveyra en la novela Vidas robadas.

No, no. No quiero contar nada”, responde cecilia, tajante, y se muerde los labios gruesos, con piercing y todo.

—¿Tenés miedo?

—Si…tengo mucho miedo y siento vergüenza.

Cecilia calla más de lo que habla, sentada en el comedor de la casa de su abuela. En cada intervalo de su dolor se cuela sin respeto la cumbia que disfrutan los vecinos. La madre la mira apoyada contra una heladera en desuso y vomita bronca: “No me dice nada. ¿Sabés la angustia que tengo de no saber qué le hicieron? Ella no era así, vivía todo el día sonriente y ahora mirá como está. Me la cambiaron”.

La rebeldía de Cecilia es común a la de cualquier chica de su edad. Y Mariana rezonga: “Se enoja conmigo porque no la dejo ir a los bailes, pero fijate: no mide el peligro”.

—No me gusta ir a bailar, mamá.

—¡Ah! ¿Ahora no te gusta?.

No, Cecilia no es la misma.

“LA SACÓ BARATA”. Mariana Godoy tiene 36 años, pero su cuerpo menudo aparenta más. Trabaja como doméstica para criar sola a sus cinco hijos. Su pareja se fue hace cuatro años. Mariana se toca la nariz para aludir a las drogas y lo sepulta: “Está en Córdoba y vive en otro mundo. Cecilia es la mayor.

“A este problema lo miraba de afuera, y nunca desde adentro. Ahora que lo viví, es feísimo. Pero por lo menos, está viva. La sacó barata. Eso se lo agradezco a Dios. Antes no creía, ahora sí”.

El calvario empezó el 4 de mayo, cuando Cecilia salió de la casa de su abuela a las seis de la tarde para ir a la escuela de peluquería y no volvió más. “No me ofrecieron nada. Me llevaron en un auto, no recuerdo por qué zona. Salí para ir a la escuela, y después me fui para la ruta y ahí fue donde me llevaron. Cuando me subí al auto pensé que era un juego, pero después me dí cuenta que no”, contó Cecilia entre lagunas impenetrables que segmentan la historia en secuencias que relata y otras que prefiere callar.

Ese auto llevó a Cecilia a una casa en las afueras de San Francisco. “Me encerraron en una habitación y no me dijeron nada. No me hacían hacer nada, no hice nada de nada”, se repite y se lo repite a su mamá. “Dormía sola. En un momento me dijeron que esto era el ablande, pero no entendía el lenguaje. Se hablaban con señas entre ellas”, agregó.

No es fácil hablar con ella, su voz y su mirada parecen tirarse a un precipicio con cada pregunta. Hace silencios larguísimos e insalvables.

—¿Cómo era la persona que te subió al auto? ¿Qué te dijo?

—No, por favor. No quiero hablar de él –pide con la voz más gruesa. Pero sí cuenta que en la casa “había una compañera con la que podía hablar” cuando nadie las veía. “Ella me decía todo, me cuestionaba por qué anduve sola por la ruta. Gracias a ella salí. Como las otras chicas no estaban, me ayudó a escapar y por ella estoy acá de nuevo”, agradece.

Pero antes de escapar, Cecilia llamó a su madre : “El miércoles 1° me llamó y me dijo que no quería volver más con nosotros”, reveló Mariana y agregó: “Me cortó enseguida, pero justo había un policía en la puerta de mi casa, que es amigo de mi hermana; entonces enseguida puse el altavoz del celular para que él escuche, y ahí me dijo que Cecilia estaba muy cerca porque la voz no se cortaba”.

El llamado escondía una forma de proceder de los dueños del burdel. “Esa vez me obligaron a llamar a mi mamá. Tenía que decir eso. Las chicas de la casa me lo enseñaron. Me dieron un teléfono y me dijeron que diga que no quería volver más”, aclaró Cecilia, porque ella sí quería volver. Y contó que todas las noches trataba de dormirse temprano, para no escuchar los ruidos peligrosos que cada noche poblaban el lugar. “Sentía miedo, nadie me decía qué iba a hacer ahí y extrañaba mucho a mi familia”.

La madre de Cecilia fue a la comisaría y le dijeron que si se volvía a comunicar, harían el rastreo. Esa respuesta motivó a la ONG Las Diversas a presentar una denuncia. “Ellos tienen los medios. ¿Por qué no rastrearon la llamada enseguida? Con ese dato se iba a poder conocer la ubicación de la casa”, reprochó Silvina Sierra, de esa agrupación que defiende los derechos de la mujer y lucha contra la explotación sexual y el tráfico de personas.

“Se habrá escapado con un noviecito”

Todos lo saben. Todos se declaran en contra y militan en la frase “Luchemos contra la trata de personas”. Pero no hacen nada. La prostitución organizada sigue siendo una condensación de inmundicias embellecidas para sostener el placer de hombres inseguros. Siguen estando allí, al costado de la ruta, abarrotados de cuerpos jóvenes y arrebatados de sus vidas, haciendo que su circulación y oferta se naturalice con cada chica desaparecida. “Se habrá fugado con un noviecito”, reza el prejuicio común. Cecilia no tenía ninguno. Lo que vivió en el lupanar de San Francisco, lejos de ser una posibilidad para desbaratar el negocio de un proxeneta, hasta hoy pasó al olvido.

En los primeros días de su desaparición, la madre de la adolescente pidió ayuda en la subcomisaría 10ª, del barrio San Lorenzo. El jefe le dijo que debía esperar tres días para hacer la denuncia porque seguramente –le dijo– su hija se habría escapado con algún noviecito. Mariana tuvo que aclarar que su hija no tenía novio, amistades desconocidas ni manejaba dinero como para irse. Pasaron tres días y la madre volvió, pudo asentar la denuncia por desaparición, pero las cosas no cambiaron.

Silvina Sierra, de Las Diversas, comparó el caso con el de la maestra asesinada, Alejandra Cugno. “Cuando hay un gremio fuerte como Amsafé, los funcionarios se mueven; el juez corre al lugar, la Policía actúa. Nos parece muy bueno, y de hecho apoyamos esa reacción. Pero con Cecilia nadie se movió. La inacción es total”.

Ayer, el juez penal de turno, José Manuel García Porta, estaba enfrascado en el caso Cugno, y no atendió la consulta de este diario sobre lo que pasó con Cecilia.

El rescate corrió por cuenta del coraje de Mariana y de su tío. Sierra lo confirmó: “La familia de Cecilia estuvo desprotegida. No se hicieron cargo del caso; imaginate que el comisario la llamaba a la madre para enterarse de las novedades”, dijo.

Desde el Registro Provincial de Información de Niños, Niñas y Adolescentes Desaparecidos, dependiente de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, informaron que Cecilia será atendida mañana por un equipo de abogados, asistentes sociales y psicólogos.

El negocio y la ley

La explotación sexual es el segundo negocio mundial en cuanto a su envergadura, después del tráfico de armas. Santa Fe está considerada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como un territorio donde los proxenetas reclutan tupido.

Desde que se aprobó la ley de trata, en abril del año pasado, 157 mujeres fueron rescatadas de situaciones de explotación. El 80 por ciento había caído en redes de prostitución.

La ley 26.364, sancionada hace un año, distingue entre la trata de mayores de 18 años y de menores. En el primer caso, debe mediar “engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de intimidación o coerción”. En tanto, “existe trata de menores de 18 años aun cuando no mediare engaño”.


FUENTE: http://www.criticad igital.com/ index.php? secc=nota&nid=26284



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Asociacion Civil Las Diversas
Espacio Feminista
Pers. Jur. en tramite
www.lasdiversas. blogspot. com

DESIGUALDADES DE GéNERO

Las mujeres de Asia

12.07.2009 | Según informaciones del año 2008, el número de delitos contra la mujer continúa aumentando en la India. Mientras tanto, sus agresores, que en un 41% de los casos son el marido u otros parientes, con frecuencia quedan impunes por una pobre aplicación de la ley.

Los últimos datos difundidos por la Oficina Nacional de Registro de Delitos (NCRB) muestra que durante el 2008 se cometieron en el país 185.312 delitos contra mujeres, 75.930 fueron clasificados como "actos de crueldad de maridos y familiares". Cerca de otros 50.000 delitos registrados fueron por acoso y agresión sexual. Estas cifras reflejan un incremento en el número de delitos del 12,5 % respecto al 2007, y marcan una tendencia continuada en los últimos cinco años. No están incluidas en estas estadísticas las 20.737 violaciones registradas en el 2007, ni las 8.093 muertes por asuntos relacionados con las dotes que los padres de las futuras esposas deben abonar a sus familias políticas, aunque la práctica está abolida por ley.
El Estado de Tamil Nadu es famoso por los infanticidios de niñas, y por ser un claro exponente del desequilibrio demográfico entre hombres y mujeres que sufre Asia. El problema, hace años, es objeto de atención por parte de los Gobiernos y organismos internacionales que, sin embargo, ven cómo sus logros en la reducción de los infanticidios -practicados desde hace siglos- han sido contrarrestados por el alza de los abortos selectivos de niñas.
Otro dato significativo que se desprende de los registros del NCRB es que sólo el 29% de los casos de violencia denunciados acaba en condena judicial. Una cifra que está en sintonía con el porcentaje de condenas por otros delitos cometidos en la India.
Sin embargo, en la Comisión Nacional de la Mujer, organismo dependiente del Gobierno indio, consideran que el problema no radica en la normativa sino en la falta de concienciación social. “Las leyes son lo suficientemente efectivas para proteger a las mujeres, es la falta de concienciación la responsable del aumento de los delitos contra la mujer. Necesitamos un cambio mayor en la mentalidad de nuestra sociedad para lidiar con estos temas”, aseguró la funcionaria de esa comisión Yasmin Abrar.
La creencia de que la autoridad masculina no puede ser cuestionada y de la superioridad de los maridos sobre sus esposas, es un principio arraigado culturalmente. En la India se trata a los maridos como dioses y muchas mujeres tienen derechos limitados, o simplemente desconocen que los tienen.
Tanto la India como China son sociedades con relaciones de poder tradicionales y muy desfavorables para la mujer; tienen en común una fuerte preferencia por los varones. En China, a causa de la política de control de la natalidad que presiona fuertemente para que la gente tenga un solo hijo (aunque la ley permite dos), antes que renunciar al hijo varón prefieren deshacerse de la niña de cualquier forma, antes o después de que nazca.
En la sociedad china, los hombres son los garantes del apellido familiar y el sustento de los padres en la vejez. Para las parejas, tener un hijo varón es a menudo una cuestión de supervivencia, ya que el país carece de seguridad social y un sistema de pensiones generalizado. Además, la influencia confuciana otorga un papel dominante a los hombres en los ritos familiares.
En China, Taiwán o Corea del Sur, la ausencia de un heredero varón significa la extinción del linaje familiar y del culto a los antepasados. En la religión hinduista, donde el encargado de los ritos funerarios cuando mueren los padres es tradicionalmente el hijo varón, su ausencia condena al alma de los padres a errar eternamente.
En India, la transmisión del apellido no es un motivo para preferir hijos, ya que éste no se hereda; pero sí lo es el apoyo en la vejez, que corre también a cargo de los varones, porque las mujeres pasan a vivir con la familia de su marido. Aunque el principal factor por el cual los matrimonios prefieren hijos es que las niñas son consideradas una pesada carga económica para los padres, a causa de la dote que deben pagar a la familia del futuro esposo. La familia de la novia debe pagar a la familia del novio el equivalente al salario de varios años de un trabajador como dote; esto puede hacer que las familias queden endeudadas durante varios años.
En la India, una niña está de paso en la casa de sus padres. Cuando la casen, pertenecerá a su familia política y a partir de entonces no deberá nada a sus padres. Para los indios, criar una hija es “regar el jardín del vecino”. El divorcio está muy mal visto. Si la relación no funciona, la mujer debe aguantar ocurra lo que ocurra; porque una vez casada, no puede volver con su padre.
También en estas sociedades la muerte de niñas es mucho mayor que la de niños en los primeros años de vida. Se las pone en un segundo lugar a la hora de alimentarlas o asegurarles asistencia médica o las vacunas necesarias. La mortalidad infanto juvenil antes del quinto año de vida es normalmente más alta entre los varones que entre las nenas en casi todo el mundo. Pero en la India es un 7% más alta en las niñas; en Pakistán, un 5% y en Bangladesh, un 3%. En China la locura llega a su máxima expresión ya que la mortalidad infanto juvenil de las niñas es un 28% más alta que en los varones.
La diferencia demográfica ha causado alarma entre los expertos, que advierten sobre las graves consecuencias sociales si la tendencia continúa: incremento del tráfico de mujeres y de la prostitución, y migraciones masivas de jóvenes incapaces de encontrar pareja.
Para dar respuesta a la falta de esposas, se organizan redes para traer mujeres con fines matrimoniales. Para muchas familias chinas, comprar una esposa en Vietnam es la única manera de conseguir una mujer para su hijo; y para la mujer vietnamita el casamiento con un chino muchas veces es la única esperanza de una vida mejor. También se está acentuando esta costumbre en Taiwán: se estima que desde mediados de los ‘90 Vietnam habría provisto de unas 100.000 esposas a hombres taiwaneses que buscan mujeres respetuosas de sus valores tradicionales.
Las autoridades de los países afectados intentan darle una respuesta política. En China se inició una campaña denominada “Mayor consideración para las niñas”, que busca promover la idea de la igualdad entre los sexos -en especial mediante los manuales escolares- y de mejorar las condiciones de vida de las familias que tienen únicamente hijas mujeres.
Hay regiones dentro del país donde las parejas con niñas gozan de un fondo de apoyo, y además están exceptuadas de impuestos agrícolas y gastos de escolaridad para sus hijas hasta que tengan edad de casarse. Pero las leyes no alcanzan, los valores de las sociedades son muy difíciles de cambiar. Lo más probable es que hagan falta varias generaciones para que la situación realmente se modifique.
Usted pensará que esto sucede en sociedades lejanas. Es verdad. Pero son los dos países más poblados del mundo. Son millones de mujeres que por el momento, sufren sin que nadie haga nada por ellas.

Los abortos selectivos

En muchos países asiáticos, para ser plenamente aceptada por la familia del marido, la mujer debe tener un hijo varón; y sufre una gran presión para hacerse las pruebas y abortar si espera una niña.
En estas sociedades, muchas veces las hijas mujeres son más una carga que una alegría. Al viajar en tren por la India se pueden ver anuncios ofreciendo abortos por unas 100 rupias. Con la posibilidad de descubrir el sexo del feto por medio de una ecografía, el aborto se ha convertido en el equivalente urbano al infanticidio, práctica rural de matar a bebés del sexo femenino al nacer.
Pero el tema es que, de tanto elegir, han afectado el equilibrio demográfico de tal manera que en muy poco tiempo van a faltar mujeres en edad de casarse. Se estima que a partir de la próxima década más de un millón de chinos van a quedar solteros, salvo que tengan el dinero para buscar una esposa en el extranjero. Según estudios, faltan unos 60 millones de mujeres en Asia, creando un serio desequilibrio en la población.
Oficialmente, en China se realizan 10 millones de abortos por año, el 90% de los cuales son de fetos femeninos. La política China de sólo permitir un hijo por familia se inició en 1979 y significa que las parejas que desean un varón abortan a las mujeres, a pesar de que sea ilegal informar a los padres el sexo del bebé antes del nacimiento. El resultado es que sólo hay 85 niñas por cada 100 varones.
El representante en el exilio de la minoría étnica Ligur aseguró en una entrevista en Munich que en los hospitales chinos se esteriliza a sus mujeres. Can, de 50 años, afirmó que el Gobierno de Pekín hostiga cada vez más a la comunidad uigur.
“Legalmente, las mujeres en China pueden tener dos hijos, pero cuando las mujeres uigures están embarazadas del segundo tienen mucho miedo porque las autoridades chinas suelen obligarlas a abortar. En los hospitales se esteriliza forzosamente a las madres uigures. Además, nos tratan como esclavos. Nuestras mujeres son obligadas a ir a trabajar en un régimen de esclavitud en fábricas en el centro de China", relató Can.
Es evidente que el gobierno chino también utiliza las leyes de natalidad para presionar a las minorías étnicas.

por Rosanna González Pena

FUENTE: www.noticiasyprotagonistas.com
  • Análisis Coyuntural

    Rosanna González Pena
  • Por Rosanna González Pena
  • Desigualdades de género

    Las mujeres de Asia

    12.07.2009 | Según informaciones del año 2008, el número de delitos contra la mujer continúa aumentando en la India. Mientras tanto, sus agresores, que en un 41% de los casos son el marido u otros parientes, con frecuencia quedan impunes por una pobre aplicación de la ley.

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